
LA CHICA MECÁNICA
Autor: Paolo Bacigalupi
Páginas: 538
Editorial: Plaza y Janés
ISBN: 9788401339400
Año de Edición: 2011
SINOPSIS:
Anderson Lake es el hombre de confianza de la multinacional de alimentos transgénicos Agrigen en Tailandia. Utilizando de tapadera el cargo como director de una fábrica, Anderson peina los puestos callejeros de Bangkok, un reino cerrado a los extranjeros para proteger sus preciadas y escasas reservas ecológicas, en busca de alimentos y semillas que se creían extintos. Es aquí donde conoce a Emiko...
Emiko es una "chica mecánica", nacida en los laboratorios de manipulación genética. Como el resto de la raza de neoseres a la que pertenece, fue diseñada, programada y adiestrada para servir a los humanos. Acusados por unos de carecer de alma, por otros de ser demonios encarnados, los neoseres desempeñan el papel de esclavos, de soldados o, en el caso de Emiko, de juguetes sexuales para satisfacer a los ricos en un escalofriante futuro cercano donde el cambio climático es ya una realidad, donde los recursos fósiles se han agotado, donde las multinacionales biotecnológicas controlan los alimentos y dominan el mundo sirviéndose de tácticas bioterroristas para aumentar beneficios, y donde las personas han de recordar de nuevo qué les hace humanos. Bienvenidos al siglo XXII.
RESEÑA DE LA OBRA
Fascinante.
Se me ocurren pocos adjetivos mejores que este para describir “La chica mecánica”. Una novela que es en sí misma un mundo, un ecosistema exótico y absorbente, que te atrapa con una fuerza desgarradora.
Paolo Bacigalupi crea una descripción brutal de una sociedad obsesionada por la supervivencia: por la comida y la energía. Es la Tailandia del siglo XXII, un reino herméticamente aislado donde dos Ministerios (el de Comercio y el de Medio Ambiente) controlan con mano férrea el maltrecho equilibro que los separa del abismo, donde se raciona el carbón y el gas, se lucha sin tregua contra las plagas: la roya, la cibiscosis..., los virus y las mutaciones genéticas y donde se contienen apenas las aguas del océano que tratan de devorar Krung Thep. Un mundo donde impera la corrupción y se vigila de cerca a los diablos farang (los extranjeros occidentales y los odiados Fabricantes de Calorías), a los japoneses y sus artilugios (los neoseres, totalmente prohibidos), y a los inmigrantes chinos (los tarjetas amarillas).
Y Bacigalupi es valiente: apuesta por visiones distintas de la trama, con personajes de intereses encontrados, que no son lo que parecen, que se estiran, se alargan y se deforman con la historia. Una historia narrada, ni más ni menos, que en presente, en contra de muchos cánones, pasmosamente larga, llena de reiteraciones, reiteraciones que taladran al lector y no le ponen el camino fácil, con términos que no se le explican, pero que, como buen lector acaba entendiendo y agradeciendo. Un lector que aprende del futuro a través de los diálogos y los pensamientos de los personajes, y conoce de esa forma el pasado, el terrible pasado que asoló el planeta.
La chica mecánica es una amalgama de lenguaje, de religión, de las tradiciones y la cultura oriental, es un compendio de botánica y de genética, y un vistazo a una Tailandia irreal, que tiene mucho del presente y tiene mucho de ficticia. Una historia grande, muy grande, con analogías a Blade Runner y a sus replicantes, a la corrupción y el caos de la Trilogía de Argel de Yasmina Khadra, a los suburbios y la inmundicia de Slumdog Millionaire y, por qué no, al mundo donde todo está perdido y todo por hacer de Casablanca.
Por señalar un defecto, diría que quizá la prosa de La chica mecánica no sea un prodigio literario, pero sí lo es en cómo está relatada y construida, en cómo es capaz de envolverte con su lenguaje, en cómo te hace percibir olores y entender gestos y términos.
Pocos libros serán capaces de transporte de esa manera al futuro: al mundo de los megodontes, de los muelles percutores, de los clíperes, al mundo del arroz U-tex.
A ese mundo aterradoramente real que está a la vuelta de la esquina.
Se me ocurren pocos adjetivos mejores que este para describir “La chica mecánica”. Una novela que es en sí misma un mundo, un ecosistema exótico y absorbente, que te atrapa con una fuerza desgarradora.
Paolo Bacigalupi crea una descripción brutal de una sociedad obsesionada por la supervivencia: por la comida y la energía. Es la Tailandia del siglo XXII, un reino herméticamente aislado donde dos Ministerios (el de Comercio y el de Medio Ambiente) controlan con mano férrea el maltrecho equilibro que los separa del abismo, donde se raciona el carbón y el gas, se lucha sin tregua contra las plagas: la roya, la cibiscosis..., los virus y las mutaciones genéticas y donde se contienen apenas las aguas del océano que tratan de devorar Krung Thep. Un mundo donde impera la corrupción y se vigila de cerca a los diablos farang (los extranjeros occidentales y los odiados Fabricantes de Calorías), a los japoneses y sus artilugios (los neoseres, totalmente prohibidos), y a los inmigrantes chinos (los tarjetas amarillas).
Y Bacigalupi es valiente: apuesta por visiones distintas de la trama, con personajes de intereses encontrados, que no son lo que parecen, que se estiran, se alargan y se deforman con la historia. Una historia narrada, ni más ni menos, que en presente, en contra de muchos cánones, pasmosamente larga, llena de reiteraciones, reiteraciones que taladran al lector y no le ponen el camino fácil, con términos que no se le explican, pero que, como buen lector acaba entendiendo y agradeciendo. Un lector que aprende del futuro a través de los diálogos y los pensamientos de los personajes, y conoce de esa forma el pasado, el terrible pasado que asoló el planeta.
La chica mecánica es una amalgama de lenguaje, de religión, de las tradiciones y la cultura oriental, es un compendio de botánica y de genética, y un vistazo a una Tailandia irreal, que tiene mucho del presente y tiene mucho de ficticia. Una historia grande, muy grande, con analogías a Blade Runner y a sus replicantes, a la corrupción y el caos de la Trilogía de Argel de Yasmina Khadra, a los suburbios y la inmundicia de Slumdog Millionaire y, por qué no, al mundo donde todo está perdido y todo por hacer de Casablanca.
Por señalar un defecto, diría que quizá la prosa de La chica mecánica no sea un prodigio literario, pero sí lo es en cómo está relatada y construida, en cómo es capaz de envolverte con su lenguaje, en cómo te hace percibir olores y entender gestos y términos.
Pocos libros serán capaces de transporte de esa manera al futuro: al mundo de los megodontes, de los muelles percutores, de los clíperes, al mundo del arroz U-tex.
A ese mundo aterradoramente real que está a la vuelta de la esquina.
Sergio G.Ros
SOBRE EL AUTOR Y LA OBRA:
Galardonada con los cuatro mejores premios de ciencia-ficción en el año 2010 (Hugo, Nebula, Locus y John W. Campbell Memorial), "La chica mecánica" ("The Windup Girl") del escritor italoamericano Paolo Bacigalupi se considera la novela de ciencia-ficción que ha renovado el género, una intriga de intereses políticos y económicos en un siglo XXII terriblemente real, donde se viven las consecuencias del calentamiento global. Como Aldous Huxley, Ian McDonald, J.G. Ballard, William Gibson o Philip K. Dick, Paolo Bacigalupi nos lleva a un nuevo mundo, que no veremos pero que será digno heredero del nuestro.
Como suele suceder a menudo en el mundo de la literatura, "La chica mecánica" llegó a las tiendas tras una suma de casualidades y un buen número de rechazos. Paolo Bacigalupi, escritor de relatos para las revistas "The Magazine of Fantasy and Science Fiction" y "Asimov’s Science Fiction Magazine" por los que fue nominado al Nebula y el Locus, escribió primero cuatro novelas que fueron rechazadas por varias editoriales y terminaron en un cajón de su casa, en Colorado. Su quinto intento de publicar una novela, "La chica mecánica", fructificó y vió la luz en otoño de 2009 por Night Shade Books, una pequeña editorial de San Francisco especializada en ciencia ficción y literatura fantástica. Y al acabar el año, "Time Magazine", "Publishers Weekly" y "Library Journal" ya la seleccionaban entre los mejores títulos publicados a lo largo del 2009.
SOBRE EL AUTOR Y LA OBRA:
Galardonada con los cuatro mejores premios de ciencia-ficción en el año 2010 (Hugo, Nebula, Locus y John W. Campbell Memorial), "La chica mecánica" ("The Windup Girl") del escritor italoamericano Paolo Bacigalupi se considera la novela de ciencia-ficción que ha renovado el género, una intriga de intereses políticos y económicos en un siglo XXII terriblemente real, donde se viven las consecuencias del calentamiento global. Como Aldous Huxley, Ian McDonald, J.G. Ballard, William Gibson o Philip K. Dick, Paolo Bacigalupi nos lleva a un nuevo mundo, que no veremos pero que será digno heredero del nuestro.
Como suele suceder a menudo en el mundo de la literatura, "La chica mecánica" llegó a las tiendas tras una suma de casualidades y un buen número de rechazos. Paolo Bacigalupi, escritor de relatos para las revistas "The Magazine of Fantasy and Science Fiction" y "Asimov’s Science Fiction Magazine" por los que fue nominado al Nebula y el Locus, escribió primero cuatro novelas que fueron rechazadas por varias editoriales y terminaron en un cajón de su casa, en Colorado. Su quinto intento de publicar una novela, "La chica mecánica", fructificó y vió la luz en otoño de 2009 por Night Shade Books, una pequeña editorial de San Francisco especializada en ciencia ficción y literatura fantástica. Y al acabar el año, "Time Magazine", "Publishers Weekly" y "Library Journal" ya la seleccionaban entre los mejores títulos publicados a lo largo del 2009.