lunes, 9 de septiembre de 2013

Los últimos libros que he leído

Esta lista es más un intento de hacer memoria que una correlación precisa y cronológica de lo que he leído en los últimos meses. Aglutina al menos algunas sensaciones que he experimentado como lector... y me ha hecho pensar en la relación entre autor y lector. Es un compromiso por ambas partes.
1Q84, de H. Murakami: con Murakami me está pasando algo parecido a con M. Night Shyamalan: percibo sensaciones de agotamiento, de zozobra…. En libros anteriores no daba explicaciones. Creo que Murakami es el tipo de autor que tiende puentes e ideas que el lector debe aceptar de buena gana, por muy extravagantes e irreales que sean. La clave siempre está en los personajes. En 1Q84 hay situaciones forzadas (a mí me lo han parecido). Me gustó el personaje del guardaspaldas gay.
Baila, baila, baila, de H. Murakami: es un libro relativamente antiguo del autor, de 1988, que aún no se había traducido al español. Se siente la literatura de Murakami en algunos tramos, pero son más inconexos que en otros libros. Me gustó la relación entre el adulto y la chica adolescente.
De qué hablo cuando hablo de correr, de H. Murakami: tenía ganas de leer este “ensayo” o “libro de memorias”. Muestra su férrea disciplina como corredor y como escritor, aunque sinceramente, no ha calado en mí tanto como esperaba. No es un libro hermoso, es… espartano.
La oscuridad exterior, de Cormac MacCarthy: prosa densa, paisajes simbólicos y personajes desdibujados que sobrevuelan a los principales. Una novela dura de leer y de entender. Requiere tesón del lector. Es claustrofóbico, opresivo y cruel. Todo es oscuro.
Meridiano de sangre, de Cormac MacCarthy: grandiosa la capacidad del autor de estremecerte sin ser demasiado descriptivo (aunque otros opinen lo contrario). La crueldad humana como leit motiv. Lo mejor de todo es su propio sello, su voz, que lo hace único. Describe los paisajes y crea atmósferas de una manera abrumadora. Lo peor, para mí, es la reconstrucción histórica, me hizo salir de la novela. Creo que su prosa funciona mejor sin fechas.
No es país para viejos, de Cormac MacCarthy: un guión de cine. Rápido como un rayo. Diálogos que parecen disparos, paisajes que se te meten en los ojos. Personajes de carne y hueso, por muy inverosímiles que parezcan, y la recurrencia sobre el hombre pragmático, un arquetipo de sus novelas: el héroe o antihéroe que sabe cuidar de sí mismo, que maneja con soltura armas, herramientas y se orientas por las estrellas.
Trastorno, de Thomas Bernhard: prosa límpida, una atmósfera hermosamente trazada… pero me perdí al final, en la parte del príncipe, me resultó insoportable.
• Intemperie, de Jesús Carrasco:
un buen libro, sólido. Creo que la publicidad le ha ayudado y le ha perjudicado a partes iguales. Me preocupa la falta de huella que deja al cerrarlo. Quizá falla algo al final, en el cierre de los personajes, en cómo actúan, pero es sólo mi impresión.
Moby Dick, de Herman Melville: tenía muchas ganas de leer este libro, deseaba que me gustara más de lo que me ha gustado. Ha sido un reto como lector, requiere persistencia. La novela, como novela, funciona maravillosamente bien, con un principio deslumbrante, pero está desequilibrada debido a la parte de ensayo sobre la ballena y los balleneros. Muchas voces han encumbrado el simbolismo, y se debe reconocer el esfuerzo titánico del autor para dejar constancia de la forma de vida de la época, pero el equilibrio, a mi parecer, está demasiado descompensado. Me avergüenza hablar así de una de las grandes obras de la literatura, pero es lo que siento.
• Robinson Crusoe, de Daniel Defoe: se lee de un tirón, está muy bien escrita, a dos aguas entre una novela y un diario. Hay mucho que aprender de ella, de la sencillez de su prosa.
•El halcón maltés, de Dashiell Hammett: novela negra, pura, construida sobre personajes, sobre caracteres fuertes y muy marcados. No me gustaron algunas descripciones físicas de personajes, pero las entiendo dentro del contexto. Se puede aprender mucho de sus diálogos. Se recurre mucho a los gestos y a su ausencia para crear atmósferas. Inevitable pensar en Humphrey Bogart.
• El juego de Ender, de Orson Scott Card: (Premios Hugo, Nevula y SF Chronicle de 1986). De todas las anteriores, esta novela es la que más hondo me ha llegado. Estuve reticente con ella al principio. Va entrado poco a poco, con una prosa sencilla, alejada de descripciones físicas y paisajísticas. La ausencia de detalles es una gran virtud. Ha sido una enorme sorpresa, todavía le doy vueltas a por qué me ha gustado tanto y por qué me ha dejado tan tocado. El personaje principal, Ender, funciona a nivel emocional de forma extraña, es distante y a la vez cercano, cuesta creer que sea apenas un niño. Lo mejor, el último tercio de la novela. Adictiva, llena de interrogantes.

miércoles, 24 de abril de 2013

LECTURA CONJUNTA DE TRANSMUTACIÓN en el blog LEO, LUEGO EXISTO

Hola amigos,
Lady Boheme del blog LEO, LUEGO EXISTO ha tenido la amabilidad de organizar una lectura conjuta de mi novela TRANSMUTACIÓN, mi novela más personal hasta el momento.
Os dejo el enlace por si queréis apuntaros:
http://besidesbooks.blogspot.com.es/2013/04/transmutacion-lectura-conjunta-sorteo.html
Estaré encantado de leer vuestras reseñas.
Un saludo,
Sergio G.Ros

martes, 5 de febrero de 2013

Nueva reseña de Transmutación

Hola amigos,
Os dejo con la nueva reseña que ha aparecido sobre mi última novela, Transmutación, una obra a la que tengo especial cariño.
Esta nueva reseña ha sido publicada en el blog Rock and Roll Dreams. Le estoy muy agradecido a su autora, Trescatorce, porque me ha gustado mucho su análisis. ¡Gracias!
Os dejo el enlace:

Para el que esté interesado en mis obras, dejo también el enlace de Amazon y os recuerdo que pueden conseguirse tanto en papel como en digital. Ambos a precios muy asequibles.


Un saludo,
Sergio G.Ros

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Adiós 2012, fue duro conocerte.



2012 ha sido un año complicado. Un año jodido para mucha gente. También ha sido un año difícil para mí.

He tenido que volver a la universidad, compaginando los estudios con un nuevo puesto de trabajo y mi paternidad primeriza, y he percibido el desasosiego que produce la sombra de la madurez, donde las primeras grietas en la salud me han hecho meditar.

Lo que más me ha dolido ha sido no poder pasar todo el tiempo que hubiera querido con mi hijo, con mi esposa, con mis padres. Todo ello ha resquebrajado un poco mi espíritu.

Por supuesto, no he podido escribir, ni una sola frase, y leído a duras penas unos cuantos libros.

Pero 2012 también me ha valido para conocer mis propios límites... y sobrepasarlos a base de esfuerzo, luchando contra mis debilidades y flaquezas.

Ahora, cuando me queda poco para concluir el reto de la universidad, echo la vista atrás y reflexiono sobre mi lado literario, esa parte de mí que, salvo mi familia y media docena de amigos, nadie conoce (claro, sin contaros a vosotros).

Por otro lado, este año de silencio bloguero y cibernético me ha abierto los ojos hacia algunas cosas. Por ejemplo, me he dado cuenta que los que creía mis amigos cibernautas me han dado la espalda, han repudiado mis novelas. Sinceramente, aunque no soy un niño y creo conocer el mundo que nos rodea, esta actitud me ha conmocionado. Mis cuatro novelas -la primera la publiqué en Amazon a finales de 2011- no han tenido ni una sola entrada, ni una reseña, ni una entrevista en los blogs y páginas de los que creía mis amigos cibernautas, gente a la que promocioné con mucho cariño en este mismo blog y en páginas literarias. Y para que quede claro: no quiero decir con ello que las opiniones sobre mis novelas tuvieran que ser positivas.

He llegado a la conclusión de que quizá para ellos, no soy suficientemente bueno como escritor o que, dado que ninguna editorial ha respaldado mi obra, y sólo he podido publicarla en Amazon, no doy la altura a su estatus. Lo único cierto es que mis novelas en su mundo no existen, así que creo que para ser consecuente debo renunciar a todo tipo de grupos y generaciones como la kindle, o la que yo mismo creé (Generación del XXI).

Pienso que uno debe ser fiel a sí mismo, a su estilo, a su forma de escribir y de sentir. Por eso, el silencio literario y cibernético me ha ayudado comprender lo mucho que amo mis libros, lo mucho que quiero a mis personajes, lo hermoso que fue crearlos y estar con ellos mientras se desarrollaban. Sólo por ellos merece la pena escribir.

Y, para no ponerme tan melodramático, también quisiera decir que 2012 ha supuesto un punto de inflexión maravilloso en ciertos sentidos, personas a la que no conocía de nada se han interesado por mis obras. La mayoría de esas personas han sido chicas que regentan blogs y páginas webs, algunas muy populares, que han tenido la amabilidad de organizar lecturas conjuntas y reseñar mis novelas. A todas ellas les doy las gracias de corazón.

2012 fue el año sin duda de mi novela más ligera y fresca: El ladrón de compresas, una novelita que es más una sátira del mundo policíaco que una novela negra al uso, pero que tiene mucha acción y suspense.

También, poco a poco, empiezan a despertar interés mis otras obras.

Por eso, cierro este post con la última reseña publicada sobre Transmutación, mi novela más ambiciosa hasta la fecha. La reseña la ha realizado Margari, del blog Mis lecturas y más cositas. Es una reseña estupenda.


Y nada más, sólo me resta desearos lo mejor para este nuevo año 2013.

Un abrazo,

Sergio G.Ros

Este es mi perfil en Amazon donde pueden encontrarse todas mis novelas (en digital y en papel):
http://www.amazon.es/s/ref=sr_gnr_aps?rh=i%3Aaps%2Ck%3Asergio+g.ros&keywords=sergio+g.ros&ie=UTF8&qid=1356478421

martes, 7 de agosto de 2012

Entrevista en Artes Marciales Magazine



Hola amigos,
Los editores de la revista Artes Marciales Magazine me han entrevistado para hablar sobre mi nueva novela: Luciano Wong. Mâ.
Os dejo el enlace y os agradecería que lo compartierais.
Un abrazo,
Sergio G.Ros

http://artesmarcialesmagazine.com/

jueves, 28 de junio de 2012

Sergio G.Ros Novedades Editoriales Verano 2012


Estimados amigos,
Os adjunto  una presentación en Powerpoint con mis últimas novedades literarias. Las principales son que ahora todas mis novelas también están disponibles en papel y que recién he publicado una nueva obra: Luciano Wong (Libro I). Mâ.
Os estaría muy agradecido si le echarais un ojo a la presentación, y muchísimo más si tuvierais la amabilidad de compartirla con vuestros contactos.
Un fuerte abrazo,

domingo, 10 de junio de 2012

Melancolía



Últimamente me emociono con mucha facilidad.
Quizá es algo circunstancial, una racha transitoria, o quizá es que me estoy adentrando en una nueva etapa de la vida, esa edad intermedia donde uno se da cuenta de lo frágil y sutil que es nuestra existencia.
A diario, como padre, recibo una dosis de cálida vitalidad de mi pequeño hijo, que crece a pasos agigantados, y, al mismo tiempo, como contrapartida, observo el declive lento e inexorable de mis propios padres, que planean sorteando los achaques del tiempo.
…La salud, ¡qué tesoro tan extraño y difuso!
Mientras la posees no eres capaz de percibir su incalculable valor, y cuando la pierdes… ¡Oh!, ¡cuánto anhelas las cosas más nimias que te hacen feliz!
Quizá por todo esto, a menudo me invade una oleada de melancolía y me quedo sin respiración. Entonces despierto arrullado por la respiración de mi hijo, y escucho el susurro de mi mujer, entre penumbras, preocupándose por mí.
Cuando vuelve el silencio, aún con el corazón palpitando, cierro los ojos y vuelvo a respirar.