Hace unos días, Warkos (Francisco Moreno), autor de "Últimos suspiros", sugirió a los foreros de Bibliotecas Virtuales que hiciésemos un repaso de nuestra trayectoria literaria para ver en qué punto nos encontrábamos en la actualidad.
Esto fue lo que yo puse (por cierto, la idea de convertirlo en una entrada del blog me la dio la genial Malube).
Presentado por Deusvolt el 11 de noviembre:
Esto fue lo que yo puse (por cierto, la idea de convertirlo en una entrada del blog me la dio la genial Malube).
Presentado por Deusvolt el 11 de noviembre:
Bueno, pues yo llevo escribiendo en serio, poco más de tres años.
Desde entonces he terminado cuatro manuscritos (novelas), una novela corta y algunos relatos. Tocando distintos géneros.
He aprendido muchas cosas por el camino. Me quedo con: 1) existe una cosa que se llama pulir textos (antes no lo sabía,je,je..), 2) publicar cuesta un huevo si no quieres pagar por ello, y, 3) puedes conocer gente genial en foros, blogs y demás recovecos de internet, que, a diferencia del mundo "real", están dispuestos a echarte una mano.
Creo, y lo digo sin pudor, que me han rechazado la mayoría de editoriales y agencias de este país. Ahora bien, esto hay que matizarlo con bastante prudencia: RECHAZO es una palabra que adquiere un significado particular y dramático en el mundo del novel. No creo que se pueda decir que a un escritor lo han rechazado si no han leído lo que ha escrito.
Básicamente, las editoriales y agencias tienen el terreno muy acotado, híper-restringido. Quedan pocos, poquísimos huecos y, claro, apostar por un novel es difícil porque (y esto es una definición de Malube muy acertada) en términos económicos, el novel, es una inversión de riesgo. Y la pasta, en este mundo, es la reina de las leyes universales.
Por tanto, amigos y amigas, no me doy por rechazado, me doy por IGNORADO. Ese sería un término más certero, ¿no os parece? Me quedo con la opinión de los escasos profesionales que sí me han leído y que me han dicho anotaciones muy positivas. Eso sí, todavía no he conseguido publicar.
Desde entonces he terminado cuatro manuscritos (novelas), una novela corta y algunos relatos. Tocando distintos géneros.
He aprendido muchas cosas por el camino. Me quedo con: 1) existe una cosa que se llama pulir textos (antes no lo sabía,je,je..), 2) publicar cuesta un huevo si no quieres pagar por ello, y, 3) puedes conocer gente genial en foros, blogs y demás recovecos de internet, que, a diferencia del mundo "real", están dispuestos a echarte una mano.
Creo, y lo digo sin pudor, que me han rechazado la mayoría de editoriales y agencias de este país. Ahora bien, esto hay que matizarlo con bastante prudencia: RECHAZO es una palabra que adquiere un significado particular y dramático en el mundo del novel. No creo que se pueda decir que a un escritor lo han rechazado si no han leído lo que ha escrito.
Básicamente, las editoriales y agencias tienen el terreno muy acotado, híper-restringido. Quedan pocos, poquísimos huecos y, claro, apostar por un novel es difícil porque (y esto es una definición de Malube muy acertada) en términos económicos, el novel, es una inversión de riesgo. Y la pasta, en este mundo, es la reina de las leyes universales.
Por tanto, amigos y amigas, no me doy por rechazado, me doy por IGNORADO. Ese sería un término más certero, ¿no os parece? Me quedo con la opinión de los escasos profesionales que sí me han leído y que me han dicho anotaciones muy positivas. Eso sí, todavía no he conseguido publicar.
Pero, ¿queréis que os cuente un secreto? Pues mirad, he llegado a una conclusión existencial en la que no había caído hasta ahora. Me refiero, a caer de verdad:
>>Escribir es maravilloso. Y mi preocupación ahora mismo, mi única preocupación de verdad es ser un buen escritor, un auténtico escritor. Perfeccionarme, instruirme, darme coscorrones contra la pared y no tener prisas. Por eso todavía ando corrigiendo mi cuarto manuscrito: leo unas pocas páginas al día, las subrayo (voy por la revisión 5) y escucho consejos de gente que me comenta acerca de él. Hago los cambios que creo convenientes, siendo respetuoso con todo el mundo. Hago lo que me pide una extraña Trinidad formada por: el corazón, las tripas y el cerebro. De ese mejunje salen mis libros, con mucho amor y cariño. Seguro que el mismo que les ponéis vosotros.
Por último, insisto en lo del desapego por publicar. Fijaos en quién os lo dice, ¿eh? Alguien que lo deseaba fervientemente hasta hace dos telediarios. Pero no, creo que ése no es el camino. El camino, el auténtico camino es escribir como Dios manda. Encontrar vuestra voz interior, vuestra alma, vuestro estilo. Yo aún lo busco. Y creo, que, poco a poco, mi estilo o mi ausencia de él, se percibe en mis novelas como las trazas del aceite en el agua. Puede ser, en estos momentos, una sola gota, pero se ve claramente.
Y dicho esto, os pongo una cita que coloqué en mi blog (del que estoy muy orgulloso, dicho sea de paso). Esta cita hace referencia al libro Martín Eden, de Jack London del que hice una reseña y que aconsejo a todo escritor novel. El libro cuenta las peripecias de un escritor en ciernes que lucha contra la maquinaria editorial.
―Pero, Martín; si eso es así, ¿cómo es que hay escritores que han triunfado?
―Llegaron a triunfar…, triunfando. Haciendo tales maravillas, tan gloriosas creaciones, que quemaban con su fuego y reducían a cenizas todo lo que se oponía a su triunfo. Y eso es lo que yo quiero hacer: triunfar.
Por tanto, tened fe como yo la tengo. Si lucháis por ese sueño, si cambiáis el punto de mira y en vez de en soñar con publicar soñáis con escribir mejor, seréis tan grandes, tan fuertes, tan buenos, que nadie podrá pararos.
Un abrazo de un amigo que os quiere.
>>Escribir es maravilloso. Y mi preocupación ahora mismo, mi única preocupación de verdad es ser un buen escritor, un auténtico escritor. Perfeccionarme, instruirme, darme coscorrones contra la pared y no tener prisas. Por eso todavía ando corrigiendo mi cuarto manuscrito: leo unas pocas páginas al día, las subrayo (voy por la revisión 5) y escucho consejos de gente que me comenta acerca de él. Hago los cambios que creo convenientes, siendo respetuoso con todo el mundo. Hago lo que me pide una extraña Trinidad formada por: el corazón, las tripas y el cerebro. De ese mejunje salen mis libros, con mucho amor y cariño. Seguro que el mismo que les ponéis vosotros.
Por último, insisto en lo del desapego por publicar. Fijaos en quién os lo dice, ¿eh? Alguien que lo deseaba fervientemente hasta hace dos telediarios. Pero no, creo que ése no es el camino. El camino, el auténtico camino es escribir como Dios manda. Encontrar vuestra voz interior, vuestra alma, vuestro estilo. Yo aún lo busco. Y creo, que, poco a poco, mi estilo o mi ausencia de él, se percibe en mis novelas como las trazas del aceite en el agua. Puede ser, en estos momentos, una sola gota, pero se ve claramente.
Y dicho esto, os pongo una cita que coloqué en mi blog (del que estoy muy orgulloso, dicho sea de paso). Esta cita hace referencia al libro Martín Eden, de Jack London del que hice una reseña y que aconsejo a todo escritor novel. El libro cuenta las peripecias de un escritor en ciernes que lucha contra la maquinaria editorial.
―Pero, Martín; si eso es así, ¿cómo es que hay escritores que han triunfado?
―Llegaron a triunfar…, triunfando. Haciendo tales maravillas, tan gloriosas creaciones, que quemaban con su fuego y reducían a cenizas todo lo que se oponía a su triunfo. Y eso es lo que yo quiero hacer: triunfar.
Por tanto, tened fe como yo la tengo. Si lucháis por ese sueño, si cambiáis el punto de mira y en vez de en soñar con publicar soñáis con escribir mejor, seréis tan grandes, tan fuertes, tan buenos, que nadie podrá pararos.
Un abrazo de un amigo que os quiere.
31 comentarios:
Muy bonita entrada.
Concisa,directa, mostrando sentimientos, honesta... vamos los ingredientes para emocionar al personal. Stefan Zweig en estado puro.
Para que se haga la luz primero se necesitará una potente fuente de energía una vez conseguida, se necesitará un trabajo rutinario para conseguir distribuirla.
Al final se necesitará el azar; alguien que encienda el interruptor y vea le espléndida luz que se obtiene.
Mira que metáfora me ha salido.
jejeje Suerte a todos los escritores noveles.
Hola amigo.
Me encanta tu entrada.
Ya sabes que lo importante de nuestros trabajos es "dejar que duerman", bueno, lo importante es escribir, pero de eso no tengo dudas: seguro que son magnificos.
No te importe repasarlos mil veces y dejar que descansen de nuevo, siempre cuando los retomas, ves algo que no te gusta, que no es lo que tú quieres que sea, el tiempo cura muchas cosas.
No dudes nunca de tu valor como escritor, cree en ti.
Un besico.
Deusvolt, ya sabes lo que pienso, esperemos que los ignorados tengan su momento de atención, estoy de acuerdo con Isis, nunca dudes de tu valor como escritor.
Un saludo amigo.
Pues yo llevo escribiendo 20 años, esperando la oportunidad... Ahora solo me mueve el aprender y aprehender, y mejorar el estilo.
Hace años mandaba novelas a editoriales, llegué a escribir hasta 8. Pero hoy en día ni una sola superaría mi autoexigencia. No publicaría ni una de ellas. Y con una de ellas llegué a estar entre los 15 finalistas del Premio Ateneo de Sevilla del año 1992, sí, 1992, he escrito bien.
Incluso anduve dos años por Barcelona, buscando ese hueco que preciso. Pero todavía no había llegado mi tiempo, quizá porque la literatura no sea un sprint a ver quién llega primero, sino una carrera de fondo, a ver quién aguanta más.
Llevo como cuatro o cinco años en barbecho, y ahora me he decidido a escribir algo para un concurso. Cosnciente soy de que no voy a ganar, sólo espero llamar la atención con una historia original.
Ya te iré contando más, Sergio.
Ese es mi Deusvolt, desapegado, pero con la mira puesta en el triunfo. Aunque ¿qué mayor triunfo que dedicarse a lo que a uno le gusta? ¿Qué mayor triunfo que perder la noción del tiempo utilizando tu don?
La sensación de publicar (sabes que yo sólo he publicado relatos en varias antologías y revistas) es buena pero nada del otro mundo. Me siento mejor cuando termino una historia, cuando releo una frase afortunada, cuando comienzo una buena historia. Al recibir en casa un ejemplar con parte de mí en él, sonrío e internamente veo que ese relato ya ha cumplido parte de su recorrido, que está en varias hojas de papel para muchos años, que alguien lo leerá y lo interpretará a su modo.
Luego, guardo el libro y sigo escribiendo. Ahí está mi sitio y mi fortuna.
Yo nací literal (y literariamente) rodeado de libros. Muy pronto sentí que yo también tenía historias que contar (a los 8 años más o menos). Recuerdo las tres recetas de Torrente Ballester para escribir: leer mucho, copiar el estilo de los autoes que admiras... hasta que encuentres el tuyo, y merendar un vaso de whisky.
Mis tres primeras novelas eran tres patatas... pero me sirvieron para aprender aquello de la presentación-nudo-desenlace. Y no tengo reparos en contar mi técnica de trabajo: tengo cuadernillos que me acompañan a todas partes en los que anoto, apunto y escribo cuantas frases escucho en la calle o se me pasan por la cabeza, pongamos, mientras viajo.
Luego se te ocurre una historia (las musas actúan y te inspiran una historia que tú querrías leer). No escribo para nadie, excepto para mí. Muchísimos años pasaron hasta que me salió una novela, EL CARBAYÓN, de verdadera calidad literaria. Una novela de realismo fantástico que noha visto la luz,pero que han leído 50 personas a las que les encantó. Luego llegó EL SECRETO DE NICEA (titulada en orígen LAS CARTAS DE ATILIO). Jamás pensé en publicar - y sigo sin pensarlo-. Escribo para mí como hobby, desahogo y divertimento (hay a quien le gusta ir a pescar o hacer maquetas de aviones... a mí me va la pluma).
El éxito de EL SECRETO DE NICEA no ha cambiado un ápice mi manera de escribir: escribo lo que quiero, como quiero y sobre lo que me inspira. Son otros los que ahora se preocupan de que mis obras deban ser accesibles al público. Circunstancias y coincidencias concomitantes me han llevado a tomarme dos años para "probar" si es verdad que, además de merendar, se puede comer de esto. Pero aunque tuviese que volver a mi antigua profesión, nada cambiaría en realidad: soy el mismo.
NO PUEDO, AMIGOS MÍOS, DEJAR DE ESCRIBIR.
Si pensáis que un rechazo es una caída os equivocáis: a las personas se les mide no por cómo caen, sino por el modo que tienen para levantarse después. Asimismo, no todo resbalón puede ser considerado una caída.
Aprovecho para deciros que COPE CARTAGENA emitirá una entrevista de 19.30 a 20.00 horas el próximo martes 17 en la que - en falso directo - soy entrevistado sobre éstas y otras cosas. Si tenéis la oportunidad, podréis escucharlo por internet.
Muchos ánimos y nunca antepongáis el hecho de publicar al placer de escribir: CRASO ERROR.
Deusvolt, confirmo una vez más tu calidad como escritor y como ser humano al leer esta líneas. Como escritor, porque sabes llegar al lector, ¡vaya si lo sabes! y como ser humano porque abres tu alma sin tapujos y dices lo que sientes.
Ahora te digo: Si solo escribes desde hace tres años, es para quitarse el sombrero. cuatro novelas en tan poco tiempo es muchísimo, pero como sabes, escribir no lo es todo. Es la parte creativa. Dejarlas bien escritas, pulirlas, es la parte de la ingeniería que todos debemos hacer para hacerlas presentables.
Y como dices: el verdadero placer consiste en escribir. La publicación es un derivado.
Un abrazo!
Blanca
Respecto de lo que dice Blanca Miosi:
"...el verdadero placer consiste en escribir. La publicación es un derivado".
Esto lo digo sin acritud hacia Blanca:
Afirmar que tiene toda la razón del mundo, pero esta es una frase evidentemente dicha desde la orilla del que SÍ publica. Algo tan fácil como dar una palmadita en el hombro al que lo intenta y no consigue su premio.
A mí eso no me vale. Lo importante es aprender, escribir y publicar como miles y miles de escritores hacen. Porque como dice Sergio, se publican miles de libros al año, y algún hueco habrán de dejarle (dejarnos), vamos digo yo.
Saludos a Sergio y a Blanca.
Ése es el espíritu. ¿Cuántos se queman a sí mismos diciendo que son unos incomprendidos, que nadie los entiende, que nadie apuesta por ellos, cuando, en realidad, es que el texto, la obra, no tiene la calidad suficiente?
Para ser escritor es necesario, ante todo, ser muy autocrítico, estar dispuesto a mejorar y no pensar que lo que acabamos de escribir es una maravilla tal ´
como está.
Ése es el camino... ése.
Un abrazo
Querido amigo, ¿Qué puedo contarte y que no sepas?. Has retratado muy bien la vida de muchos noveles que se lanzan en busca del mayor deseo de cualquier escritor,... publicar. Pero tu actitud positiva encontrará sus frutos, de eso puedes estar seguro y convencido. Dices que hace 3 años que escribes, pues no desesperes. Por suerte o por desgracia, creo contar con unos diez años escribiendo. Mi primera novela publicada fue la numero 7 de mi colección. Antes de que me publicaran El Triángulo Vikingo, había construido...: Las lineas del tiempo, Regeneración, El creador de Ficciones, En tierra prestada,... y no sigo que me alargo, amen de relatos y poemas.
Con ello quiero decirte, que estuve cerca de 5 años siendo, como bien describes, ignorado, año tras año, hasta que un día, la suerte, el tesón, el infatigable ánimo que nos empuja a todos los noveles en no cejar en esta lucha, tuvo su recompensa.
Te seguiré visitando, no sin antes, agradecerte que mi última novela figure en tu blog. En el mío, encontrarás un enlace.
Un abrazo
Amando Lacueva
Deusvolt, qué buen balance. Y qué malo es que nos ignoren. No exactamente malo, solo corrosivo para la autoestima del escritor.
Aunque como lo bueno siempre triunfa, lo que hay que hacer es SER BUENO. Y en el mundo de la escritura, ser bueno se consigue ESCRIBIENDO. Vamos, que lo que hay que hacer es pulirse, trabajar con la ilusión del primer día.
Enhorabuena porque si ves todas estas cosas, Deusvolt, es que vas muy bien encaminado.
Besos, y suerte,
naTTs
Excelente entrada mi estimado amigo.
Haces bien en mencionar y comprender la diferencia que marca la pauta dentro del mundo editorial:
.- Cuando se RECHAZA un manuscrito, la obra es mediocre.
.- Cuando se IGNORA un manuscrito, el potencial de la obra permanece dormido.
Al saberte ignorado más que rechazado, te da la fortaleza para seguir adelante.
Un escritor no abandona lo que ama; encuentra el amor en lo que hace.
Un cordial abrazo,
Daniel DC
Gracias Oriafontan, Stefan Zweig es uno de mis pendientes. Recientemente he comprado un libro suyo: "La impaciencia del corazón", tiene muy buena pinta. Ya os contaré cuando lo lea (que a este pasao no sé cuándo será, je,je).
Desde luego, te ha salido una bonita metáfora.
Un abrazo, amigo.
Gracias mi querida Isis. Muy buen aporte el tuyo, desde luego. Aunque comprendo para los más precipitados, para los más "nuevos" lo difícil que debe ser "entender" eso de que sus escritos que tanto aman, "duerman". Tu reflexión es muy acertada, amiga.
Besicos pa Murcia.
Mi estupendo e incombustible Ithur, gracias por tu constancia en mostrarme apoyo. Te estoy agradecido de corazón, amigo. No voy a repetir lo de tu libro porque creo que falta poco. ¿Sigues entre corsarios y buques flotantes?
Un abrazo.
¿20 años? Bueno, Alejandro, ahora estarías viviendo la historia de uno de mis libros preferidos: "Veinte años después", je,je.. Madre mía, lo tuyo tiene mérito, chico. Creo que con esa trayectoria y dedicación, como dices, tu nivel de autoexigencia debe haber subido muchos grados. Ese tema que sacas a colación es muy interesante. La autoexigencia del propio autor, ¿Somos buenos realmente? Quitando egocentrismos, yo sé si mi obra es pura bazofia o tiene algo. Creo que todos lo sabemos, no podemos, tal vez, discernir cuál es su calidad literaria dentro de ciertos parámetros, pero básicamente podemos intuir si cumple unos mínimos. Y como apuntas, hay cosas publicadas que no cumplen esos mínimos, pero no podemos quedarnos con eso, francamente, no nos lleva a ninguna parte. Sólo a que nos hierva más la sangre, je,je...
Un abrazo, amigo.
P.D. Por cierto, se me olvidó comentar en la entrada del blog que, a lo mejor, cada uno podría decir en qué punto se encuentra. Aunque por lo que veo ya nos estamos poniendo al día unos y otros. ¡Bien por vosotros, amigos!
Ji,ji.. Martikka.. yo tengo mucha fe en ti, chica. Las sensaciones que describes también son las mías. El placer de acabar un borrador, de iniciar una historia, de estar en medio de ella, emocionado, son incomparables. No puedo comparar con el hecho de ver algo mío en formato "libro", porque no ha sido el caso, pero intuyo que lo que dices es verdad. Eso sí, ver un libro tuyo en la estantería de una librería debe ser una sensación maravillosa, pero ojo, ese sueño forma parte de los cantos de sirena, que pueden hacer que te desvíes del camino importante y luego no sepas volver.
Muchas gracias por tu apoyo, Martikka. El mío sabes que lo tienes, ¿verdad? Mucho ánimo y besos.
Ostras, Francisco. Lo tuyo sí que ha sido un alegato, ja,ja.. Me ha encantado saber de tus experiencias y creo que también a otros. Lo que argumentas es más que razonable. Yo he comentado otras veces, que mi primer manuscrito es flojillo (media patata, ja,ja). Por eso puede uno quedarse mosca cuando ven que dan tanto bombo a escritores que sólo tienen en su haber una novela. Pero como siempre es malo generalizar, algunos sólo han escrito una novela, pero tienen un trabajo detrás, una técnica que ya quisiera haber tenido yo en mis días... ¡Hay de todo en la Viña del Señor!! Lo que me queda claro, después de leeros es que yo aún ando en pañales, y me da más fuerzas para continuar por donde he elegido estar ahora: con el punto de mira puesto en ser mejor escritor.
Fran, si te parece pásate por aquí el Martes y nos recuerdas lo de la entrevista (tengo una terrible memoria de pez).
Un abrazo.
Blanca, qué placer me da leerte. Como siempre tus consejos son sensatos y a tener muy en cuenta. Es cierto lo que dices, aunque pueda parecer mucho, cuatro novelas no son tanto si no están bien pulidas. En mi caso, las primeras no lo están porque hasta esa fecha desconocía que existía eso de pulir. Pensaba, en mi ignorancia, que los agentes y editores se encargaban "de esa parte tan fea", ja,ja.. Ahora sé que, aunque agentes y editores te ayuden a pulir, eres tú como escritor el que debe dejar dormir la obra un tiempo y mejorarla todo lo que puedas.
Es por eso que este último año lo he dedicado, casi en exclusiva a mi último manuscrito. Acabé en agosto y todavía estoy corrigiendo, sin prisas, a mi ritmo. Eso sí, me he puesto de fecha tope antes de año. Porque si me pongo en plan vago no me gana nadie, XD.
Muchas gracias por tus amables palabras, amiga mía.
Un beso muy fuerte.
Ja,ja.. Alejandro. Tomo tu comentario como lo has puntualizado, sin acritud. Porque como debes saber, Blanca, además de una extraordinaria persona, es una máquina de trabajo. Sus libros me constan tienen montones de horas detrás, no sólo en la creación sino en la corrección, y cuando publicó, si no me equivoco, habían pasado un buen puñado de años.
Total, que ella habla con la consciencia de quien ha experimentado lo que dice, lo cual, por desgracia, no es ni muy común ni muy corriente. Todos sabemos que hay mucha gente que habla sin conocer de primera mano lo que dice, ja,ja...
Eso sí, la frase puede provocar susceptibilidades en algunos, pero ¡hombre!, no en este contexto, ¿no?
¡Carpe Diem!
Qué alegría que visites "El alma impresa", Teo. Sigo desde hace tiempo tu magnífico blog "Fantástica literatura" y los pasos que culminarán dentro de poco en que tu novela "Los hijos de Heracles" estén en los escaparates, como un libro de primer nivel. Creo que tus andanzas son un ejemplo para hacernos comprender el duro trabajo que se esconde detrás de un libro, y el sin fin de revisiones, vueltas y giros que hay que dar para mejorar su calidad.
Lo que describes en el comentario, Teo es muy acertado. Debo confesar que hasta hace poco yo también me quejaba por esa ingrata suerte, pero pienso que era, como todo en la vida, una fase por la que debía pasar para darme cuenta de que la humildad no sólo nace en la palabra y en el pensamiento. Debemos ser humildes para mejorar, pero debemos al mismo tiempo aspirar a las más altas cotas. Mi objetivo es ser un buen escritor y así lo siento.
Gracias por comentar, Teo. Un abrazo.
Hola Amando, gracias por pasarte.
Pues la experiencia que describes es también muy común en la gente que ha publicado. De hecho, he podido escuchar o leer en escritores publicados acerca de consejos de profesionales del sector que dan cifras incluso, según las cuales, un escritor maduro se alcanza a los diez años de escribir, o al quinto manuscrito. Siempre hay excepciones, como todo en la vida. Pero tal vez, los profesionales cuando miran el curriculum de un novel se fijan en estas cosas para plantearse si deben levantar la barrera de la ignorancia, quién sabe.
Bueno, yo sólo llevo tres años y algunos meses (je,je.. lo digo para acercarme algo más a lo de los diez), pero si Dios quiere, empezaré mi quinto manuscrito a principios de año, creo. Sea lo que sea lo que me depare el futuro, cada paso que damos es un paso que llevamos recorrido en experiencia y en ser mejores escritores.
Gracias por compartir tus avatateres literarios, Amando.
Pásate cuando gustes, un abrazo.
Mi querida naTTs, lo que ocurre es que, como comenté en la entrada, una cosa es decir algo y otra, muy distinta, experimentarlo, sentirlo como propio y ser consecuente con ello. Hasta hace relativamente poco yo estaba en la inopia, por decirlo de algún modo.
Gracias por tu apoyo, amiga mía.
¡Qué hermoso es escribir! y ¡Qué hermoso es leer!
Un beso mi querida naTTS.
Daniel, gracias por pasarte, amigo.
Tu frase es muy bonita:
"Un escritor no abandona lo que ama; encuentra el amor en lo que hace".
La tendré en cuenta para aumentar el leit motiv de mi perseverancia en los días que flaquee, que como es natural, llegarán. Si no fuera así, el camino sería demasiado aburrido para ser andado.
Un abrazo, Daniel.
¡Bravo! ¿Qué más se puede añadir? En el proceso de ser escritores pasamos todos por esa etapa de desesperación por publicar (y de decepción por ser ignorados) para llegar a otra más madura, caracterizada por la calma, la paciencia, el deseo de conocer, de formarnos, de escribir...
¿Te acuerdas de esa novela que yo estaba corrigiendo hace no sé cuántas entradas? Pues aún sigo con ella en la enésima corrección. Ahora voy a darle otro empujoncito. A veces es desesperante, pero es necesario.
Creo que sigues un camino más que correcto.
Un abrazo.
Gracias, Maribel.
Lo cierto es que ahora entiendo un poco más algo que antes no podía comprender: el hecho que la corrección pueda suponer en tiempo y dedicación casi tanto como la creación, aunque funciona eso sí de un modo distinto. Por poner un ejemplo, el proceso de un libro podría asemejarse a un coche híbrido: cuando escribes es emoción, sentimiento, creación pura :motor gasolina. Cuando corriges, el ordenador cambia de parámetros y pasa a modo objetivo, entra en juego el motor eléctrico, y debes dejar atrás el corazón y las tripas. Lo cual no es nada fácil, ni sencillo, ni tan divertido como lo primero. Es trabajo puro y duro.
Ánimo con el empujoncito. Por cierto, andamos en situaciones parecidas. En esta última semana estoy dando un impulso más fuerte a la corrección, que ya era hora.
Un beso, Maribel.
Qué decirte que no hayan dicho o dijéramos ya en otras entradas con el reiterado tema de editar, sentirse rechazo o ignorado, que para el caso es seguir estando del otro lado; si bien, hay que diferenciar los dos términos y tú lo has descrito a la perfección; pienso que cada uno es consciente del nivel en el que se encuentra y aún más de la competencia que espera fuera de su entorno (cada vez más); por supuesto es dura, y todos al invadir las agencias y editoriales exponiendo nuestro original empezamos a ser competencia.
Recuerdo un ejemplo de un buen amigo bloguero, el sr. Koffer, y es que, "ya puedes hornear el mejor pan del mundo que siempre habrá alguien que prefiera el pan de molde."
Este ejemplo vale tanto para el original hacia los lectores, como a la hora de seducir a un agente o editor.
Sólo hay que encontrar esas almas que aprecian el trabajo bien horneado. El paso está, en cómo no ser ignorados.
Un abrazo fuerte, Sergio.
Deusvolt, de momento un oportuno dolor de cabeza y la falta de inspiración me mantienen al mínimo, apenas escribo y voy muy lento en corrección, pero supuestamente ya queda una sola semana para que esto acabe.
Ver mi libro me dará motivación para los próximos 50 años XD.
También ando ocupado con la corrección.
Un saludo amigo, y sigue así con este blog.
Me parece muy inteligente tu postura: lo primero es formarse como escritor, disfrutar con esta pasión que tanto nos llena; lo demás vendrá por añadidura.
Si uno se precipita corre el riesgo de desilusionarse e incluso dejar de escribir, y nadie puede privarnos de eso.
Feliz semana.
Je,je..MiánRos: qué buen ejemplo ese del sr. Koffer. Me ha gustado mucho. Fíjate, hace unos meses un conocido que se mueve por los lindes literarios me recomendó escribir lo que quieren las editoriales, lo que se publica ahora, claro está. Bueno, es cuestión de irse a las listas de ventas, a los escaparates y ver qué tipo de cosas funcionan mejor. Y tratar de elaborar un pan de molde que cuele.
Lo que pasa es que eso choca con mi punto de vista que es, como dije, escribir bien. Para escribir bien y ser buen escritor necesito hacerlo con aquello que me sugieran mis musas. La literatura no se hace con probetas y tubos de ensayo, ni mezclando polvos, aromatizantes y conservantes.
Con eso, desde mi punto de vista, "salen otras cosas", que parecen pan, pero no son pan.
Vamos, digo yo.
Un abrazo, MiánRos y gracias por comentar, amigo.
Gracias, Ithur. Mejórate. Sé por experiencia lo que joroba el dolor de cabeza y más cuando uno quiere escribir. Respecto a lo de tu libro, estoy seguro de que te dará una motivación extra. Aunque tú eres el escritor más prolífico que conozco. Cuando tengas mi edad, habrás escrito la enciclopedia Espasa por lo menos.
Un abrazo.
Gracias, Lola. Me consta por tu blog que tú sigues formándote y trabajando para ser mejor escritora. Yo no me he decidido a asistir a talleres de escritura, pero tampoco los descarto en un futuro, ni estoy en contra de ellos. Simplemente no me lo pide el cuerpo y apenas dispongo de tiempo. Lo que sí es verdad, es que con gente como profesor que tiene experiencia en la literatura puedes aprender un montón de detalles y cosas útiles, en las que nunca, por tí mismo, hubieras reparado, o por lo menos, no de forma consciente.
Un abrazo, amiga, y feliz semana también para ti.
Hola
Siguiendo tu sugerencia os lo digo hoy, que mañana tengo mucho que hacer.
MAÑANA MARTES 17 EN COPE CARTAGENA PODRÉIS ESCUCHAR EN DIRECTO DE 19,30 A 20.00H una entrevista que me hizo hace un par de semanas el director de la cadena, PACO MÍNGUEZ
http://www.cope.es/cartagena-programas-cafe-cope-puro-1004
ese es el enlace del programa, pero para escucharla tendréis que pinchar la emisora territorial dentro de la web de LA COPE para dar con el programa. Buscad ESCUCHAR EN DIRECTO CARTAGENA.
Si no sale, no os preocupéis, lo descargan en la web a la mañana siguiente y os la podéis bajar y escuchar tranquilamente cuando os apetezca.
Saludos
Fran
Cito tus palabras textuales...
"mi única preocupación de verdad es ser un buen escritor, un auténtico escritor"
Muchos escritores pierden su verdadera naturaleza en el camino. Cuando la vida del escritor se centra en tratar de publicar a toda costa, se pierde objetivos, se pulveriza la fibra sensible del autor que crea, inventa, deleita.
Nunca hay que rendirse, seguir tocando esas puertas que se mantienen cerradas hoy, pero que se pueden abrir mañana con otro manuscrito que toque ese punto sensible y necesario en el editor.
Tengo una amiga que dedicó veinte años de su vida en luchar para publicar un único manuscrito. Se cegó, tapió su creatividad en un único objetivo que ya se quedó en el olvido. Literalmente se quemó.
Por eso me ha gustado tu entrada, muy acertada y llena de esperanza.
Un beso.
Por mi parte, enterado, Fran. Como no sé si podré seguirlo en directo, me quedo con el apunte de que puedo escucharlo más adelante y con comodidad, lo cual es una más de las ventajas que debemos agradecer a Internet. Seguro que está genial. Un abrazo.
Arlette, precisamente hoy me pillas en un día flojo, justo hace escasas horas he recibido un rechazo en toda regla, pero mantengo lo que escribí en la entrada, y, gracias a eso mismo los ánimos no están por los suelos, por lo menos no del todo. Creo que ésa es la única salida verdadera: ser un buen escritor.
Muchas gracias por pasarte, amiga.
Y ya que estamos recomiendo tu página a quien no la conozca:
http://arlettegeneve.es/
Un beso.
Tus entradas son magníficas, Deusvolt, y ya sea para hablarnos de un libro que has leido o para contarnos tus desvelos lo haces de una forma que engancha a cualquiera. Sólo hay que ver el éxito de tus entradas y los numerosos y jugosos comentarios que en ellas se vierten.
Sé por experiencia que no es lo mismo escribir en un blog que en una novela, pero estoy seguro que tus textos tienen una gran calidad. Como dice Blanca hay que pulirlos hasta la extenuación, aunque sea un suplicio (yo también descubrí hace poco lo importante que es esta parte).
No te preocupes, a todos nos han rechazado y sobre todo, ignorado, ya que es difícil traspasar ese umbral invisible para que nuestros retoños literarios lleguen a las manos interesadas. Pero lo conseguiremos, estoy seguro.
Y mientras tanto, ya sabes. A seguir formándonos, aprendiendo, leyendo y escribiendo. Es la única forma de salir adelante. Tenemos que estar preparados para cuando llegue el gran día.
Así que mucho ánimo y a seguir en la brecha. No nos queda otra solución.
Un abrazo.
Armando, me hace mucha ilusión tu comentario. La verdad es que estoy encantado con las opiniones de todos vosotros. He aprendido mucho y lo sigo haciendo. Y si me hace tanta ilusión ese comentario tuyo -volviendo al principio,je,je- es precisamente porque siento que ambos, amigo, caminamos por senderos paralelos y compartimos alegrías y penas.
No puedo dejar de recomendar tu blog, que sigo desde hace tiempo y al que estoy enganchado. Creo que todo aquel que se asome en él, descubrirá cómo afrontas el reto de convertirte en un gran escritor.
http://vivenciasdeunescritornovel.blogspot.com/
Un abrazo.
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