Tras unos días de intenso trabajo literario y escasas horas de sueño, por fin conseguí terminar la revisión de mi último manuscrito. Debo confesar que estoy muy orgulloso de este trabajo por el esmero y las ganas que le he puesto. Tras varios meses de revisiones con momentos buenos y malos, si miro hacia atrás pienso, sinceramente, que ha merecido la pena. De hecho, ahora empiezo a comprender frases como: “la revisión puede llevarte más tiempo que la propia escritura” o “tienes que dedicar mucho tiempo a un párrafo”. Jolines, en mi caso creación y revisión han estado casi a la par en términos cuantitativos de tiempo, y, SÍ: tardé horas en revisar un página que escribí en minutos, y, SÍ: me atasqué leyendo y releyendo un único párrafo (cientos de ellos), del derecho y del revés, batallando con redundancias, con chirridos molestos para el subconsciente, y cómo no, me confieso perpetrador de un crimen: pues seguí las instrucciones de los grandes maestros y asesiné a mis seres queridos. Ya que para avanzar no hay otra forma: debes despojarte de cierto egocentrismo, de cierta autosuficiencia que engalana tu ego pero lastra tu obra. Aunque fijaos que dije “cierto/cierta”. ¡Che, sólo soy un aprendiz imperfecto!
En esta labor post-creación debo agradecer la ayuda a tres mujeres.
La primera, mi esposa, que entraría dentro de la definición del maestro King como mi “lectora ideal”. Ella ha sido y es mi primera lectora, pues ha leído todos mis manuscritos, incluyendo el famoso mamotreto de 900 páginas, que por cierto, es el que más le gusta, aún cuando las editoriales y agencias no quieran verlo ni en pintura. Su apoyo es primordial para mí. Un escritor (o aspirante a escritor) necesita alguien que le ponga los pies en la tierra, que le anime cuando se siente derrotado y le diga que no es el fin del mundo, o que le eche un jarro de agua y le ponga los puntos sobre las “íes” cuando se ha pasado de la raya y ha escrito una bazofia. Por suerte, la escritura no es como la vida, pues en el caso de la primera podemos revisar y revisar antes de dar a luz. Pero como dijo la increíble Esther de Prosófagos (una chica con un don especial para corregir y para detectar arrugas): si no te esmeras lo suficiente, y publicas tu obra con fallos, luego te arrepentirás, porque saldrá a la calle, se hará independiente y no podrás cambiarla. Y yo añado: lo peor de todo, para un escritor que se precie, es contemplar una obra suya y saber que pudo hacerla mejor, que pudo poner más de sí.
Y continuando con el hilo: mi esposa leyó el manuscrito y me hizo sugerencias que me fueron muy útiles, fundamentalmente en el desenlace de la obra, donde tuve que soltar lastre por mi tendencia a empedrarlo todo, y después de tres borradores, ha quedado bastante majo. ¡¡Muchas gracias por aguantarme!!
Las otras dos personas han sido dos amigas cuya identidad no revelo porque ellas mismas me lo pidieron (al menos una de ellas explícitamente y la extiendo a la otra por si acaso, ¡qué queréis que os diga!, mejor pecar de prudente).
Estas amigas (relacionadas con la literatura en distintos grados) tuvieron la amabilidad de ofrecerse, sin que yo lo pidiera, para leer una parte del manuscrito, en concreto las cincuenta primeras páginas. Quizá para muchos no sea un número muy significativo, pero en el caso de esta nueva novela sí lo es por algunas razones: la estructura ya está definida, aparecen los personajes principales, y también el estilo.
Sin que ambas amigas supieran entre sí sus identidades respectivas, sus comentarios coincidieron en muchos puntos: la excesiva descripción del entorno (“Sergio parece como si quisieras describir una ciudad entera con los ojos del personaje), el uso reiterado de frases cortas que la hacían muy cortante a ojos del lector, así como varias cosillas de gramática, puntuación y el uso de la raya en los diálogos, sobre todo en las intervenciones no habladas. Os dejo un enlace que puede seros de utilidad:
De la primera amiga secreta (primera por orden de ofrecimiento, que conste) debo destacar que me ha ayudado un montón (con apuntes, correcciones…), pero sobre todo le estoy profundamente agradecido por su “visión editorial” adquirida con su propia experiencia. Así, siguiendo sus consejos, aumenté el ritmo del inicio del manuscrito, alternando dos capítulos entre sí (segundo por primero). El inicio es fundamental en una obra y yo, tiendo a comportarme como un motor diesel, arranco despacito y voy ganando terreno conforme pasan las páginas, lo cual no es muy aconsejable en este mundo literario con el que nos ha tocado lidiar. Y si no que os lo digan a vosotros, que como yo estáis acostumbrados a los rechazos, pues como es sabido, las editoriales y agencias piden a menudo tan sólo las primeras páginas. ¡¡Muchas gracias por tus sabios consejos, primera amiga secreta!!
Y respecto a la segunda amiga, pues maravillosa también (es una lectora con un olfato finísimo): me dio consejos, enlaces, me escribió apuntes, correcciones… buff… se portó genial, algo que no se puede expresar con palabras. Y me dio profundos ánimos, que también se agradece. ¡¡Muchas gracias segunda amiga secreta!!
En resumen, que le debo mucho a estas dos amigas (y a mi esposa) porque uno termina obcecándose con la obra y necesita una referencia externa, que le hable con cierta objetividad o subjetividad, pero que le dé una opinión para que uno pueda darse coscorrones contra la pared, y aunque en un principio se rasgue las vestiduras (creedme, a veces, ocurre), luego tras una reflexión más fría puede sacar muchas cosas de provecho.
Y para finalizar os pongo un adelanto de mis conclusiones respecto a la corrección, que tal vez, en el futuro, termine completando. Pero, ojo, no me toméis muy en serio, al fin y al cabo, sólo soy un autor novel, un aspirante a escritor que aún no ha publicado:
1. Tras el primer borrador es cierto que hay que dejar reposar el manuscrito. No puedes seguir corrigiendo con la excusa de que las primeras partes las escribiste hace meses (lo hemos hecho todos y es un atajo inadecuado). Yo dejé un mes, y no fue suficiente. La próxima vez pondré el listón en seis semanas.
2. La primera revisión debes hacerla tú solo (sin ayuda de nadie) y debe ser general para detectar el ritmo de la novela, si los tiempos verbales son adecuados, si el sentimiento es correcto y emociona, también posibles lagunas argumentales, y si existe alguna cosa o tema que debas resaltar, o mejor expresado: si tu novela trata de algún tema en concreto, en el que no habías reparado. Esto que puede sonar a locura transitoria ocurre en mi caso porque yo escribo sin conocimiento previo de lo que va a ocurrir y por tanto la historia crece por sí misma. En esta revisión puedes descubrir conexiones entre ciertas partes que tal vez, hayan quedado demasiado débiles o dispersas. Anótalas y ensálzalas si es necesario. Y por contra, pule (elimina, cercena) aquellos excesos de información o párrafos redundantes que en esta lectura general saltan como balizas en un mar oscuro.
3. La segunda revisión debería leerla alguien más aparte de ti mismo, y si es posible más de una persona de tu confianza (en mi caso bastó con las primeras páginas, aunque por supuesto es mejor toda la obra). En esta revisión céntrate en correcciones ortotipográficas, para darles tiempo a tus lectores a darte consejos. Seguramente te los darán antes de acabar y así puedes, tras estudiarlos, empezar a meterlos en la revisión (que podría saltar casi que a la tercera).
Si el cambio sugerido es importante (tanto como para obligar a reescribir la historia) tómate tu tiempo para asimilarlo. Tal vez tu primera reacción sea echar espumarajos por la boca, pero créeme, debes dejar pasar un tiempo para comprender, para asimilar con el cerebro.
4. Tal vez, requieras de más revisiones antes de la última, yo creo que estuve por cinco o seis, pero no fueron profundas cada una de ellas, pues afectaban a partes distintas cada vez (tiempos verbales, ortografía…).
5. Lo que sí recomiendo es una última revisión exhaustiva, párrafo a párrafo, frase a frase, palabra a palabra, chirrido a chirrido. Larga, concisa y sin piedad. Es la que más me costó y fue la que mejor deja al manuscrito. ¡Parece mentira que pueda darse un salto tan importante al final!
6. Por último conviene usar el Word o cualquier otro programa para darle un nuevo barrido a todo y encontrar nuevas faltas ortográficas (a veces, tras tantas revisiones, sale algún horroroso gazapo). Tened en cuenta que habéis revisado y simultáneamente reescrito ciertas partes, por lo que el error es posible.
7. Y para finalizar: Maquetación, simple y concisa. Cuanta más sensación “de limpieza” deje el manuscrito, mejor. Sin grandes alardes, ni dibujos, ni fotos, ni letras saltonas, ni nada de eso. En mi caso y por si os interesa: letra New Times al 12, interlineado 1.5, y portada sencillita, con títulos en 14 y mis datos personales en la esquina derecha (como me dijo Daniel DC).
Bueno, Esta ha sido mi primera incursión seria con una corrección (a este nivel, claro). Lo dejo escrito para recordarlo la próxima vez, como una especie de ruta. De todas formas, no todo el trabajo está hecho, después, si hay suerte, han de venir los profesionales con sus sugerencias, con sus consejos, con nuevos fallos… Resumiendo: más trabajo todavía.
¡Ah, se me olvidaba! Lo más importante que he sacado en claro y que me ha enseñado el “clic” que os comenté en la anterior entrada, es que para corregir debéis desarrollar un vínculo entre vuestro cerebro lógico y vuestro cerebro creativo. El lógico detecta los chirridos, las arrugas, señala los puntos flacos, lo que no funciona, pero es el creativo el que reescribe. Es algo así, como los coches híbridos, por buscar un símil.
¡¡Menudo rollo os he soltado!! ¿Seguís ahí? Je,je, je… un abrazo.
44 comentarios:
Deusvolt, lo primero regalale un ramo de flores a tu mujer y dile que la acompañamos en el sentimiento, es duro tener un escritor en casa, jajaja.
Me alegro que estes tan contento con tu revisión, a mi me quedan un par de capitulos de la novela y ¡a reescribir! porque para mi la revisión es eso: volver a escribir la novela. Y no me disgusta porque me parece tan creativo como cuando la escribes por primera vez y suele dar más trabajo.
Ya haré un post sobre este tema cuando termine el primer borrador.
Buen finde.
Todo esto me recuerda a la película Amadeus en concreto a la magistral confrontación entre Mozar y su envidioso rival (en la película) Salieri.
Este último retocaba y retocaba lo que Mozart hacía mientras se apoyaba en el cuerpo de una mujer desnuda. Y para desesperación del italiano con muchisimo más talento.
Existe un principio en la naturaleza inexorable la Compensación.
Un león es fuerte a cambio de perder agilidad al contarior que un guepardo.
Me da la sensación que tanto retoque no es más que intentar ir contra la Ley de compensación.
Lo que ganamos por un lado (correción) lo perdemos por otro, frescura y espontaneidad.
En la vida hay que optar por ser león o guepardo.
Hola amigo.
Tienes suerte de "contar" con amigas tan especiales y a tu compañera que entienda tus estados de ánimo. Me alegra que estés contento con el resultado de tu trabajo. Yo ando metida en lios con dos cuentos para un concurso de Navidad. Y tengo un liooooooo.
Flores para tu mujer y besos para los dos.
Pues es una gran entrada, con la que coincido por completo. Yo también estoy en tareas de corrección, aunque entre una y otra dejo un tiempo, para no saturarme. Como tengo varias novelas escritas, voy saltando entre una y otra.
La corrección es tan importante como el proceso creativo. De nada nos sirve tener una buena historia si ésta luce mal. Y se aprende mucho durante la corrección.
Como dices, esencial tener a gente que te ayude con consejos. ¡Para eso estamos los compañeros!
Un abrazo, Deusvolt.
Pues enhorabuena, y mucha suerte con ella. Yo aborrezco corregir y, de hecho, no lo hago -así le luce el pelo a mis escritos-. Intento hacerlo, pero me aburro y me da por pensar que soy incapaz. Sin embargo, sé que es imprescindible.
Mucha suerte.
Pues te deseo lo mejor, Lola con la novela, estás rozando ya casi el final, ¡con lo que cuesta! Me alegro por ti, y te deseo lo mejor con la revisión.
Respecto a mi mujer, tienes razón se merece un ramo de flores y mucho más... es duro, es duro, porque soy un plasta de cuidado con lo de la escritura, lo reconozco.
Buen finde.
Como siempre, Oriafontan, las reflexiones que planteas son la mar de interesantes. Eso mismo que has puesto tú, lo he pensado yo docenas de veces, y si bien es cierto que un exceso de "revisión" puede encorsetar la obra, dejándola sin frescura, el hecho de no revisionarla es dejarla asalvajada. Es difícil de explicar pero tu comentario no anda del todo desacertado. La cuestión es buscar un equilibrio. El ejemplo que has puesto de Mozart puede ser representativo pero en poquísimos casos, si lo circunscribo al mío particular no es válido, puesto que el genio y el zoquete son la misma persona es decir yo mismo: la parte creadora y la parte correctora, ahora bien, hay una grandísima salvedad: que yo no soy un genio de la literatura, soy un aspirante a escritor con muchas ganas, no puedo, por tanto, permitirme escribir a vuelapluma, según salga, porque debo ser realista y revisar los errores que cometo.
Eso sí, con cabeza, respetando el equilibrio y la armoniosidad.
Y puntualizando algo que tú mismo (creo) dijiste: si una obra es un desastre, no podrá arreglarse con revisiones. Y esto, lo suscribo totalmente.
Un abrazo, amigo.
Ja,ja.. Isis pues ¡desenrédate, mujer! Los líos son buenos a veces, es cuestión de arremangarse y echarse al toro. Seguro que sales reforzada: mucho ánimo!!
Y sí, tengo mucha suerte por contar con tales amiga y, por supuesto, con mi mujer.
Besos murcianicos.
Pues fíjate, Javier que aunque tengo otros manuscritos no encuentro la fuerza ni las ganas para saltar, en la corrección de uno a otro, soy un poco obsesivo y si estoy con algo, aunque flojee a veces, quiero seguir con ello hasta el final. Por eso dije que en esta corrección hubo momentos malos, esos momentos eran en los que me invadía la pereza y no tocaba el manuscrito, pero creo que, inconscientemente, mi cerebro lo estaba dejando descansar... ¡qué cosas!
Pues suerte a ti también con las correcciones, compañero.
Un abrazo.
G.l.r, que conste que hasta hace dos días yo era como tú, de hecho, esta es -como dije- la primera incursión seria en una corrección que he hecho. Mi anterior manuscrito que estuvo a punto de coger una agencia (o eso quiero creer) no fue revisado, y, sé que tiene cosas para corregir y mejorar, pero bueno ¡qué le vamos a hacer!
De todas formas te invito a hacer lo que comenté, deja reposar el manuscrito unas semanas y luego vuelve a leerlo. Ese es el momento más hermoso, cuando el escritor lee por primera vez su obra, como si contemplara el cuerpo desnudo de una bella mujer, sin artificios, sin maquillaje, un desnudo algo agreste, pero hipnótico. ¡¡Ánimo!!
Deusvolt, menuda suerte, tienes a tu esposa y amigas, yo para una segunda opinión sólo tengo a un amigo alto, moreno y peludo XD. Aunque por su vicio lee las páginas calentitas, recien salidas de la máquina de escribir. En cuanto a tu novela..., seguramente lo que pasa es que a las editoriales les asusta algo tan extenso, pero oye, que si "los pilares de la tierra" vende con ese tamaño...
Revisión para mí es pasar la novela al ordenador, durante el proceso retoco todo, por ejemplo, me he deshecho de un personaje que no pintaba nada y he añadido una traumática escena en un mercado de esclavos. Después lo leo con atención para ver cómo queda y buscar errores, redundancias... corroboro que todo está correcto. Mis neuras a veces me hacen leerlo otra vez, pero no es necesario XD.
Espero ser coherente (si es que lo soy alguna vez), pero es tarde y todavía estoy en mi mundo XD.
Viendo tu blog me planteé hacer uno, pero me es dificil escribir sin tener nada que decir. Así que prefiero leer y aprender un poco.
Un abrazo compañero.
Pues ya está, la obra virtualmente terminada. La verdad es que tu empeño te ha de llevar a buen puerto.
Saludos de Alejandro.
Deusvolt tienes muchísima suerte de poder contar con alguien que te revise y lea el manuscrito. Muchas gracias por los buenos consejos de corrección, creo que los aplicaré a mi novela.Te deseo muchísima suerte con la novela, espero que nos avises cuando la publiques:)
Un abrazo y buen finde
Me uno a las felicitaciones.
Deusvolt, hijo, eres un fenómeno, todo un "pofesional".
Te felicito por haber acabado la corrección de tu último manuscrito y felicito a esas mujeres que tanto te han ayudado, especialmente a la tuya, porque no sólo lee lo que escribes sino que te aguanta mientras escribes y eso conlleva, necesariamente, que no le dediques el tiempo que seguro merece (es que yo también tengo familia y también me pasa).
Con respecto a tus conclusiones, totalmente de acuerdo. Pero ese libro de 900 páginas, uf, ¿cómo has podido? Creo que yo sería incapaz. Mira que si es ése el primero que te publican...
Suerte, Deusvolt.
Un abrazo.
Hola, Ithur. Pues yo creo que teniendo a ese amigo tuyo fiel, que lee todo lo que escribes, tienes ya un buen apoyo o lector ideal. Eso, desde luego, es también muy de agradecer.
Lo del blog debes hacerlo cuando necesites hacerlo. A mí, se me había quedado corto el tema de los foros, para poder expresar mis propias ideas, y no era plan de hacer intervenciones largas sin venir a cuento. Por tanto, cuando llegue tu momento, si lo crees conveniente, tienes la posibilidad, tú mismo, compañero. SEguro que podrías desvariar como te gusta,je,je..
Respecto a tu forma de revisar, es en cierta manera, como lo hacía yo hasta hace dos telediarios. Evidentemente yo no escribo a mano, pero le daba una vuelta a todo y volvía a escribir ciertas, cosas y comprobaba que la ortografía y las redundancias no se me fueran de madre, pero he descubierto -gracias a los consejos de gente que me ha leído- que era insuficiente. Eso sí, si alguna vez me coge una editorial tendré muchas cosas para corregir de todas formas. Ithur, cada uno debe encontrar su forma adecuada para trabajar, tal vez haya pecado de cierta prepotencia al explicar la mía, pues no quisiera parecer que es la mejor, e incluso, en un futuro la cambie, pues sigo aprendiendo. Mucho ánimo, compañero.
Muchas gracias, Alejandro. No creas, me ha costado mantener ese empeño del que hablas, he tenido altibajos a lo largo de la correción, he sentido hastío y ganas de mandarlo todo hacer puñetas, pero al final ha merecido la pena. La constancia se consigue día a día, contra viento y marea, aunque eso ya lo sabéis todos, ¿verdad?
Un abrazo, Alejandro.
Ji,ji.. Cristina, ojalá se publique algún día, pero está en manos del destino. No te quepa duda de que si eso llegara a suceder os enterarías, ¡vaya que sí! Ja,ja.. Y es verdad, tengo mucha suerte por la ayuda recibida.
REspecto a los consejos, son los que yo he utilizado, aprovecha lo que a ti te pueda ser útil, quizá no te sirva todo. ¡Mucho ánimo con la novela! Un abrazo.
Hola, Francisco Javier, qué bueno leerte por aquí. Pues muchas gracias, y ya que estás aprovecho para felicitarte de nuevo y para el que no lo separ por el premio del Club Internacional de la Prensa en Murcia otorga, junto a Vegamediapress.com. Y copio textualmente:
Premio Rey Sabio por su labor en el mundo de la cultura. Francisco Javier Illán Vivas. Durante 7 años descubre cada semana para los lectores nuevos autores de la Región, dando a conocer cientos de libros que no tienen el apoyo de las grandes editoriales en su mayoría. Su trabajo y dedicación a los autores murcianos y la literatura murciana no tienen parangón en nuestra Región. El ofrece un escaparate de creatividad, invitando a conocer aventuras, poesía, ensayo, con el denominador común de la murcianía.
Un abrazo.
Ji,ji.. ¡Muchas gracias, Maribel! Es muy cierto eso que dices: la labor literaria me tiene tan concentrado que a veces no le presto la atención a mi esposa como debería, por ello ¡es una santa! Le tengo mucho que agradecer y por eso tengo que mimarla,je,je...
En lo referente al libro de 900 páginas está aparcado desde hace un tiempo, pues lo rechazaron muchas agencias y editoriales, además está sin pulir... Algún día, quién sabe.
Un beso y muchas gracias por tu comentario, amiga.
Deusvolt: hoy voy a sentarme aquí delante de la pantalla y a hacer un comentario como Dios manda, que ya son horas.
Me alegro de que hayas terminado la corrección. ¿Tienes la sensación de que podrías hacerlo mejor o ya te has sacado la espinita? Es una preocupación que me persigue, pues por muchas reescrituras que hago de mi novela (estoy, oficialmente, con la segunda seria, que las demás no lo fueron tanto) echo de menos la sensación de plenitud al terminar, al decir, pensar que no podría hacerlo mejor, que esto es todo lo que puedo dar. Dime, ¿te ha ocurrido esto? Se te ve verdaderamente satisfecho, así que supongo que sí, que en cierto modo así ha sido. Y me alegro, Deusvolt.
Has tenido la suerte de contar con lectores y correctores externos que se han portado fenomenal. De verdad que tienes mucha suerte. A mi me da apuro pedirle a mis amigos que me lean, porque les pongo en un aprieto, y muchos de ellos no comparten mi gusto por la escritura. Así que en ese sentido he valorado muchísimo cualquier aportación externa, de ahí que al entrar en Prosófagos chillara de emoción cada vez que alguien comentaba uno de mis textos. Creo que llega un cierto punto en el que no vemos más: es una suerte de miopía que se corrige con la experiencia y el paso del tiempo, como bien dices, entre escritura y revisión. Es muy importante separase emocionalmente de la obra, igual que un médico y su paciente. Si pensara en los vínculos sería incapaz de hincar el bisturí o tomar decisiones que ponen su vida en juego. Muy buena esa recomendación, Deusvolt: distancia.
Y poco más que añadir... ¿qué harás ahora? ¿Vas a dejar pasar el tiempo y plantearte una corrección más o te sientes preparado para bombardear agencias y editoriales?
Mmm...
¿sabes? A la vez que escribía esta pregunta recordaba que hay que tener paciencia. Algo me dice que te aconseje que esperes otras seis semanas, que vuelvas a leer y le des un visto bueno u otra revisión más. Prudencia, que lo importante no es publicar, sino disfrutar.
Besos, y enhorabuena por el trabajo.
naTTs
Bueno Sergio, me parece haber leído una secuencia desesperante en la que al final el parto ha salido... BIEN; el niño está sano, sin problemas, pero siento que ha sido difícil; has sufrido una interminable operación en la que has pasado fuertes convulsiones, dolores, e incluso, después de que el niño estaba colocado para la extracción natural, y tras haber rebasado varios meses con ese PESO en tu cuerpo (reitero lo del parto difícil), no ha habido más remedio que pasar por la epidural a toda costa (la ayuda de terceros; necesaria, por otro lado). ¡Ah, por Dios! Pero está bien... ahí lo tienes, ya sobre ti, sintiendo el corazón de papá. Qué bien huele... ¿eh?
En fin (borra las paranoias de este bloquero contraproducente para la salud mental que suscribe) y disfruta de tu niño. Enséñale del mundo sólo lo que vale. Ten cuidado ahora con el frío y con las navidades, el turrón está ya (todo) vendido, quizá haya que esperar a la estación de los colores y las flores...
Un abrazo compañero; gracias por pasar por mi blog y dejarme tus sensaciones.
Deusvolt, ¿prepotencia?, aquí todos estamos intentando abrirnos paso,así que simplemente es un apunte sobre tu manera de hacer las correcciones.
En cuanto al blog, el tuyo está bastante interesante, pero yo no tengo demasiado que decir al mundo XD. De todas formas por no usar no uso ni facebook, sólo uso internet para entrar aquí, en el foro (que ahora está fuera de servicio), en mi mesenger y para llenar de babas mi teclado mirando mi novela, que quizá en una semana y media ya por fin salga a la calle.
Bueno, he tenido un par de dias bastante cansados, así que un abrazo, que me voy a tirar a la bartola un rato XD.
Hola, naTTs! Me alegra mucho leerte de nuevo y te agradezco este comentario.
Bien, contestando a tu pregunta, yo he tenido sensaciones distintas. La primera es cuando pones el punto y final al manuscrito, que es una gozada. Te sientes satisfecho de haber llegado al final. La segunda cuando lo dejas reposar un tiempo y lo vuelves a leer, es una sensación más dulce y sosegada que la primera, porque al haber tomado distancia, te descubres a tí mismo como escritor. La tercera es cuando te esfuerzas de verdad en la corrección y te sientes muy satisfecho del trabajo realizado. Debo decirte que, en este manuscrito, sí estoy muy satisfecho y es la primera vez que me ocurre. ¿Se podría hacer mejor? Pues claro, pero yo siento que he llegado al límite de mis condiciones actuales, que pueden ser mejores dentro de un tiempo. Ahora mismo, tal cual, me gusta cómo ha quedado.
Por eso, respecto a esperar más tiempo para una nueva corrección, te diré que no. Ahora toca meterme en mi particular maratón literario, aprender más cosas, y empezar a dejar germinar la semillita para el siguiente manuscrito, que no será hasta dentor un tiempo. Quiero descansar y leer, leer mucho.
Un beso, amiga, y espero que te vaya bien con los estudios.
Sergio.
Ja,ja.. MiánRos: qué descripción tan original del alumbramiento del manuscrito. Muchas gracias.
Si ha dado la sensación, al leerme, de que ha sido traumático, puede ser porque como expliqué, para mí, la revisión en sí misma era algo que odiaba, que me costaba horrores. Despojada la capa de "autor", de creador, quedaba ponerse el mono de trabajador, objetivo y despiadado, que no encaja con mi carácter. Pero creo haber encontrado un camino intermedio, y al final, he terminado disfrutando de la corrección. Menos mal.
Y sí, la niña (porque es niña) está muy bien. Gracias.
No pesó mucho, unas 457 páginas, je,je.. Un abrazo, amigo.
¿Semana y media, Ithur? ¡Qué buena noticia! Me alegro mucho, ¿cómo lo has sabido, te han escrito los de la editorial?
Bueno, espero que esta vez cumplan el plazo y así se te calmen los nervios y la impaciencia, cosa mala para el espíritu, amigo.
Y descansa mucho.
Un abrazo.
hola Deusvolt
Solo quería saludarte y decirte que tenías toda la razón sobre la pelicula 2012. UFFFFFFFFFF
Casi me salgo de la sala y me meto a ver Spanish Movie, con eso te digo todo.
Un abrazo y feliz puente o lo que sea esto
Hola compañero,
Si todo va bien y sigo con mi ritmo de trabajo acabaré la novela en la que ahora estoy metido antes de navidades, y me daré un mes o dos para comenzar con la corrección. Exhaustivo trabajo que muy bien detallas, por cierto. El hecho de bloquearte con un párrafo, de sentir que algo no funciona pero no percibir qué es, también lo conozco. Pero corregir es necesario, si ya tenemos pocas posibilidades en este feroz mundo, directamente podemos olvidarnos si nuestros escritos no están lo suficientemente pulidos (aunque hay que reconocer que muchas veces da pena usar las tijeras, ¿verdad?).
Un abrazo.
Hola, Francisco, pues gracias por pasarte. Bueno, y de lo 2012, ya avisé ¿no? ¡Si es que sois masocas! Ja,ja.. Un saludo y feliz puente o lo que sea.
Hola Jesús, pues te deseo que tengas suerte y puedas cumplir el plazo que te has impuesto. Los plazos son importantes porque nos ayudan a fijar un objetivo (claro, no siempre podemos cumplirlos por otras circunstancias). Y está bien que te plantees dejarlo reposar un mes o dos. Mucho ánimo y ¡al curro!
Un abrazo, amigo.
P.D. Es verdad, a veces, cuesta un huevo pasar las tijeras. Yo todavía no lo tengo dominado del todo.
Sí, seguimos aquí. :)
Corregir lleva más tiempo que escribir. Al escribir uno lo hace con el calor del momento; al corregir lo hace con la reflexión de la distancia.
Además en cada revisión, siempre asalta la duda: ¿yo escribí esto?¿y porqué no así? ¿Será este dato correcto?¿Lo di por bueno o lo justifiqué?
En fin, un montón de dudas. Pero eso es bueno. Estás dentro de la historia. Y lo que queremos es una buena historia, no una historia más. Así que si algo te chirría, es que debe corregirse.
Un saludo
Estimado amigo,
Si una persona opta por la escritura para distraer los sentidos, su única preocupación será ajustar unas palabras o intercambiar un signo de puntuación. Considerará la escritura como un pasatiempo sin perseguir un objetivo comercial. Pero si esa persona cambia de parecer y aspira que sus obras alcancen lectura masiva o sean sometidas a la crítica literaria, deberá trabajar la primera fase de escritura como si fuera un minero en una cantera de mármol: substraerá la materia prima en su estado crudo. Cuando le toque corregir, cambiará de modalidad y se convertirá en escultor de su obra, donde las técnicas literarias servirán como cincel, martillo y lija.
Si te sientes satisfecho con la corrección de tu manuscrito, diste el penúltimo paso para perseguir tu sueño de publicar. Una vez que tu manuscrito llame la atención de una editorial, viene la etapa final: tu obra será entregada a filólogos y correctores de estilo; ellos tomarán tu manuscrito y desmenuzarán palabra por palabra hasta conseguir la más diminuta fuga; luego te sugerirán las correcciones que debas hacerle para que quede listo y entre a maquetación.
El promedio en Estados Unidos desde que firmas contrato con una editorial, hasta que tu novela sale a la venta, son aproximadamente de 12 a 18 meses.
Recuerda que ahora debes preparar la carta de presentación y debes dedicarle el mismo amor que tuviste con el manuscrito.
Un cordial abrazo,
Daniel DC
Deusvolt, tienes suerte de tener gente con la que contar para corregir. Ocho ojos ven m´´as que dos. Ahora descansa que te lo mereces.
saludos.
Estoy de acuerdo con Lola. Tienes una mujer muy comprensiva, largas horas de espera y encima te sirve de apoyo. ¡Suerte que tienes!
Verás, la correción es muy importante, claro que sí, para ser medianamente aceptado por una editorial. Una vez que hayas captado su atención, vendrá la verdadera correción editorial. Se te pondrán los ojos como platos, cuando veas cuánto más faltaba, ja, ja,
Besos!
Blanca
Muy buena reflexión, Blas. Y además, dicho por ti merece la pena ser meditado pues todos conocemos el énfasis que pusiste para tu novela EEDLA que pronto tendrá novio y será publicada.
Me quedo con tu última frase que resume muy bien el espíritu de la corrección:
"Así que si algo te chirría, es que debe corregirse."
Gracias por comentar y un abrazo.
Buen símil que has empleado, Daniel. Como siempre tus comentarios debordan información. Lo que hay que tener claro es la lentitud con la que se mueve la maquinaria editorial. Si ya es difícil entrar en ella, cuando se entra, hay que armarse de paciencia y pasar como bien dices por otros profesionales que pondrán tu obra del derecho y del revés para detectar cualquier arruga y tratar de corregirla, y después de este arduo proceso, todavía resta que te publiquen, lo que puede durar más de un año. Increíble.
Uyy... la carta de presentación, ¡Dios mío! ¡Otra guerra más! ¿Pero es que esto no se acaba nunca? Ja,ja.. gracias por tu comentario, amigo. Un abrazo.
Sí, Janet, tengo mucha suerte por poder contar con amigas tan estupendas, y por supuesto con mi esposa, que se porta fenomenal. Gracias, trataré de relajarme.
Un beso.
Ja,ja... Blanca, ¡cuánta razón tienes! Todo este esfuerzo es sólo el primer paso para lo que viene después... Buff... ¿sabes lo que te digo? Qué venga, qué venga..ja,ja.. Un beso, amiga mía.
Como ya hemos hablado en alguna ocasión, Deusvolt, parece que vamos de la manita, je, je.
Yo también tengo a mi "sufridora" en casa. Es mi fan número uno, pero también mi crítica más feroz. Desde que le ha cogido el gusto a eso de corregir textos, no veas la caña que me da, ja, ja. En serio, es el primer punto de partida para mis correcciones y a fe que me ha servido de mucho.
También tengo amig@s escritores que me han dado consejos maravillosos sobre el arte de escribir. Y sobre todo, unas pautas para entender lo que realmente buscan de nosotros en agencias y editoriales, para corregir con otros ojos a nuestros retoños, esos que prensábamos que eran perfectos.
Por cierto, he encontrado por fin el famos "Mientras escribo" de Stephen King y estoy devorándolo. Es buenísimo...
ah, se me olvidaba. Enhorabuena por lo del prólogo a Patrick Ericcson, que se me pasó el otro día.
Saludos.
Es verdad, Armando, parece que caminamos por sendas paralelas, amigo. Lo bueno que tienen las esposas, es que cuando te dicen algo, no puedes llevarle la contraria. Ni se te ocurra decirle:"Es que esto lo puse así porque..." Ja,ja.. castigado sin cenar..
Ah, y gracias por lo del prólogo. Ya lo terminé.
Un saludo.
Dudas, dudas, dudas. Un profesor me dijo un día que la duda es sana; que es bueno dudar, no dar nunca nada por sentado, cuestionarlo todo. Y eso puede aplicarse perfectamente a lo que uno escribe. Yo reconozco que corrijo mucho, que me quemo las pestañas, y que me tiro hasta las 4 o las 5 de la mañana con mis papeles (corregir en pantalla me daña los ojos) y un rotulador e ir añadiendo, tachando, cambiando, mejorando en definitiva. Y aún así, siempre te queda la duda... Haces bien. Aunque lo de guardar el manuscrito un mes o más, no lo he hecho nunca, lo reconozco... Supongo que corro un riesgo al n hacerlo así, pero tampoco me ha ido tan mal dejándome llevar por mi intuición.
No soy partidaria de reescribir una novela 1000 veces; si cometo fallos los apunto y en la próxima historia trato de no repetirlos. Pero reescribir mucho resta espontaneidad a tu novela, al final gustas a todos menos a ti mismo, porque no llueve nunca al gusto de todo el mundo, es imposible complacer a todos los lectores: unos te dirán que cambies una cosa, otros, otra, y así ad infinitum. Se corre el riesgo de llegar a obsesionarse con una historia, a mí me ha ocurrido y no quiero que vuelva a ocurrirme.
Enhorabuena por la obra, a ver cuando lo leemos.
Gracias, Jules por tu comentario. Es cierto lo que dices, ya lo apuntaba otro compañero. Creo que para la próxima vez, condensaré las correciones en tres o menos, porque es imposible complacer a todo el mundo. Lo cierto es que he podido comprobar que no todo el mundo opina de la misma manera sobre una obra y por tanto, es imposible complacer por igual. Y respecto a la espontaneidad, ha de tenerse cuidado con no perderla.
Un comentario muy jugoso el tuyo, desde luego, amiga.
Xabier, gracias por tu comentario... pues no sé cuándo podréis leerla. Eso depende del destino, amigo.
Un abrazo.
Deusvolt,
Buenos consejos. Los voy a tener en cuenta para mi corrección. Por lo pronto, a respetar el tiempo de descanso de la novela!
Un abrazo,
Alejandro
A veces si que da calentura ponerse a corregir. Tener una ayuda o algún lector es algo que nos puede facilitar un poco el trabajo, pero al final nos toca revisarlo todo a nosotros...
Hay temporadas en las que no apetece nada. Ahora mismo tengo una novela por corregir, y estoy en la fase en que prefiero escribir, asi que ahí se va quedando...prefiero hacerlo cuando me apetece más.
Ánimo y para alante!
Besos!!
Alejandro, Proyecto... esta última vez si experimenté el dejar la novela reposar (fue cuando aproveché para crear el blog). Reconozco que al principio no me parecía tener sentido pero, ahora, con la distancia comprendo el valor intríseco que se se aporta dejando reposar y tomando distancia. Creo que es necesario, aunque, a mí, ponerme a corregir me cuesta un montón-.
Un saludo a ambos y gracias por comentar. ¡Felices Fiestas!
Acuerdo con Lola: la revisión es una etapa tan creativa como la escritura. ¿Por qué no debería serlo, por otro lado? !No se trata de corregir mecánicamente!
Bueno esto de dejar reposar. Bueno, también, lo de revisar, la primera vez, uno solito con su alma. Por los motivos que das, y también por otro: si alguien te leerá el manuscrito, ese alguien es un lector, y si es un lector, hay que darle lo mejor que uno pueda ofrecerle (aunque sea un lector de un borrador, jejejeje).
Bueno, en realidad, todo lo que dices; algunas cuestiones son muy personales (a qué dedicarle cada corrección, por ejemplo), pero la mayoría de loq que dices, no, son más bien cuestiones generales.
Pero dejaste para el final la verdadera joya de la entrada:
«¡Ah, se me olvidaba! Lo más importante que he sacado en claro y que me ha enseñado el “clic” que os comenté en la anterior entrada, es que para corregir debéis desarrollar un vínculo entre vuestro cerebro lógico y vuestro cerebro creativo. El lógico detecta los chirridos, las arrugas, señala los puntos flacos, lo que no funciona, pero es el creativo el que reescribe. Es algo así, como los coches híbridos, por buscar un símil».
No lo veo como en la analogía del coche híbrido: más bien lo veo como pensar en dos planos direrentes, pero superpuestos; uno puede "ver" con claridad ambos planos por separado, pero al mismo tiempo ambos coexisten simultáneamente en la mente. Pero eso no es importante, lo importante es "vivirlo". !No hay riesgo de que pierdas espontaneidad por corregir, Deusvolt, si logras mantener ambos planos coexistiendo!
Una alegría enorme esta entrada, compañero. Digamos: lo que cuentas aquí es tan, !pero tan importante!
Abrazos,
Esther
Pues muchas gracias, Esther. En verdad es difícil de expresar eso del "clic", como bien dices, "hay que vivirlo". Creo que tu definición es más precisa, me refiero a lo de los dos planos diferentes que coexisten en la realidad.
Muchas gracias por pasarte, amiga.
Y más siendo tú, como eres, una gran correctora, y por lo que he leído, también gran escritora.
Un abrazo.
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