jueves, 1 de octubre de 2009

Martín Eden o el sueño de ser escritor.

Mi agradecimiento al compañero Oriafontan de Locus Literario por haberme recomendado este libro.

Martín Eden es un libro de extremos, un viaje catártico desde el fango de la ignorancia humana hasta la cumbre de la belleza. Y el medio de transporte de ese viaje es la palabra impresa, leída, soñada.
Pienso que todo autor que se precie, y, desde luego, todo escritor que empieza el oficio debería leer Martín Eden. A mí, personalmente, me ha conmocionado, me ha noqueado. Porque todas las inquietudes que puede sentir alguien que escribe y que ansíe publicar están condensadas en sus páginas, de forma tan densa ―con tanta nitidez y tanta crueldad―, que te dejan sin aliento.
En pocos libros que yo recuerde he tomado tantas notas, he subrayado tantos párrafos: Jack London nos desborda con un compendio de sabiduría, cual manantial, que brota y brota hasta cubrirnos.
Toda la obra es un canto a la lucha por mejorar, por aprender, por superarse. El punto de partida no puede ser más desolador: la ignorancia acunada en la pobreza, enquistada en ella. Es ahí, donde un marinero hasta entonces embrutecido (Martín), un día, eclipsado por una mujer de clase social superior de la que se enamora, percibe que “hay algo más”, algo que fluctúa en la realidad que le rodea, dotándola de hermosura. Esa hermosura está encerrada en los libros, apresada sin saber cómo ni de qué forma. Sorprendido por la existencia de la belleza, la fija como meta para triunfar, asegurando con ello el amor de esa mujer. Pasa de ser un marinero a un buscador de belleza, una belleza que ansía expresar en voz alta, pero que se le escapa, se le pierde entre las manos porque carece de herramientas con las que dominarla. Y, es tan grande ese sentimiento, tan puro, y él es tan cabezota, tan fuerte, tan acostumbrado a conseguir lo que quiere a través del trabajo, del esfuerzo, que se pone por meta lograrlo.

>>Y entonces, con esplendor y gloria, nació la gran idea: sería escritor. Sería uno de esos ojos a través de los cuales ve el mundo, uno de los oídos, a través de los cuales el mundo oye, uno de los corazones a través de los que el mundo palpita.

La lucha de personaje por alcanzar la belleza literaria es narrada con todos los lastres y las trabas que podemos encontrar hoy en día. Arranca en la ingenuidad del artista en ciernes, pobre, radicalmente pobre, que al sentirse capacitado y seguro de sí mismo se relame con las venideras fortunas ganadas gracias a las letras. Y es ahí donde el destino lo vapulea de forma constante y sin concesiones por medio de los anónimos y despóticos rechazos:

>>Todos los días pasaba a máquina lo que escribía y copió también sus primeros manuscritos. Y su sorpresa fue grande cuando, a máquina y todo, volvieron a rechazárselos. Con gesto tenaz y agrio los mandó a nuevas publicaciones.
>>…No acabó la frase, sino que miró por todo el humilde cuarto, hasta que su vista se detuvo, triste, en el montón de escritos rechazados, que, fríos en los sobres, se hallaban en un rincón, sobre el suelo.

Por el camino, cual flor a la que se le caen los pétalos, Martín va perdiéndolo todo: la familia, los amigos, los seres queridos… y se encuentra cara a cara con la soledad más absoluta del artista. El artista que pasa hambre, que no duerme, que no vive por poder escribir. Nadie cree en él, y solo él tiene fe en sí mismo. Nace aquí una demoledora crítica contra el sector editorial en dos vertientes bien diferenciadas:

  • La propia máquina editorial en sí misma como un ser abstracto:
    >>Era como las máquinas tragaperras, que cuando se metía una moneda por una rajita hacían un ruido de metal loco y echaban un chicle o una pastilla de chocolate. Según se echase la perra por una rajita u otra, así salía el chocolate o el chicle. Eso pasaba con la máquina editorial. Una rajita daba cheques, otra trabajos devueltos. Hasta entonces él no había acertado con la rajita buena. Lo peor de todo eran los papelitos impresos que solían acompañar los trabajos devueltos; con ellos quedaba completamente establecido el carácter mecánico de la devolución. Si hubiese recibido un solo reglón escrito a mano, de carácter personal, aunque fuera rechazándolo, lo hubiera agradecido. Pero ningún director daba pruebas de existencia. Así, llegó a la conclusión de que no había nadie al fin de la cadena: tan sólo una máquina bien engrasada, de funcionamiento perfecto.
  • Y los que gobiernan dicha máquina editorial: los editores.
    >>Hablando de editores y directores, yo te diré que la aptitud del noventa por ciento para serlo es nula. Suelen ser escritores fracasados. No creas que prefieren el aburrido trabajo de pupitre que hacen y la esclavitud a las razones económicas a la alegría de escribir. Trataron de escribir y han fracasado. Y aquí está lo paradójico: toda entrada al reino del triunfo literario está guardada por estos fracasados de la literatura. Los directores, subdirectores, los editores de libros, en general, son escritores fracasados. Y, sin embargo, ellos, los seres más inadecuados que hay, son los que deciden qué se debe publicar y qué no se debe publicar. Ellos, los que no han demostrado originalidad y gusto, son los jueces de los originales y con buen gusto.

Pero como dije, Martin Eden es un libro de extremos. Y como tal, es fiel a sí mismo. Ese es el único “pero” que pongo a la historia, no porque no sea real, ni honesta, sino por el mensaje desolador que queda al escritor obnubilado por la belleza: la más absoluta soledad. Un rasgo profundamente autobiográfico, un vaticinio del autor sobre su propio futuro.
Dejo aquí mi reseña para no deshilachar más la imaginación del lector y me quedo con la tristeza, al acabar el libro, de haber perdido un antihéroe tan extraño como digno de ser recordado. Una especie de Conde de Montecristo, cincelado por la cultura, con un objetivo grabado a fuego sobre su conciencia.
Y, en medio de ese caos espeso, de esa melancolía brumosa y oscura del genial Jack London me quedo con dos apuntes:

Su definición de la escritura:

>>El escribir …era el esfuerzo consciente de liberarse de una angustia y el momento límite que indicaba que otra angustia había de surgir. Era algo como eso que hacen muchos hombres y mujeres, el "desahogarse", que les lleva a decir hasta la última palabra de un dolor real o imaginario para curarse de él.

Y el otro, un rayo de luz en medio de la densa niebla de párrafos y letras, que nos hace, a pesar de todo, creer en la esperanza:

―Pero, Martín; si eso es así, ¿cómo es que hay escritores que han triunfado?
―Llegaron a triunfar…, triunfando. Haciendo tales maravillas, tan gloriosas creaciones, que quemaban con su fuego y reducían a cenizas todo lo que se oponía a su triunfo. Y eso es lo que yo quiero hacer:
triunfar.

¡Gloria a Martín Eden! ¡Gloria a Jack London!

67 comentarios:

Blanca Miosi dijo...

Oye Devoust, me han entrado unas ganas de leer ese libro, has sabido explicar su esencia. Supongo que muchos autores especialmente los que no consiguen publicar aún se verán reflejados en sus pensamientos, en los maltratos que reciben de las editoriales, sólo notas de rechazo en serie... qué desalentador. Un personaje conmovedor, claro que sí. Perder todo, desde la familia hasta los bienes más preciados, para quedarse con la soledad del escritor, y poder crear el libro de su vida, y no perder la esperanza de algún día triunfar. No dudo que el libro te haya dejado melancólico, pero si un autor es capaz de contagiar tal estado de ánimo, es justamente porque se trata de un Jack London.

Un abrazo!
Blanca

oriafontan dijo...

"El sueño de ser escritor", esa frase define mucho creo yo.

El comentario que haces del libro es realmente bueno.

Te recomendé el libro porque es de los pocos que me han emocionado y eso que nunca he tenido ese sueño de ser escritor.

Naturalmente tú que compartes el "Sueño" captas increíblemente bien la novela que es de largo, la mejor de Jack London.

Una vez más surge el Gran Dilema del Arte o mejor dicho el Reto del Arte:

"Inutilidad" frente "utilidad".

Ithur dijo...

Una entrada buena, como tantas otras. La verdad es que no he leído el libro, pero me has dado ganas de buscarlo.
Jack London es uno de mis escritores favoritos, y su novela Colmillo Blanco es el primer libro que leí recomendado para otra edad siendo un crío aún (fui muy precóz con la lectura).
Un saludo y sigue así, compañero.

Unknown dijo...

Gracias por la reseña Sergio y por seguir el consejo de oriafontan.

Ya pedí mi ejemplar por amazon.

Aunque la novela se publicó en 1909, hay cosas que se mantienen vigentes: la lucha de un aspirante a escritor por sobrevivir en el convulsionado mundo literario.

Lo que sí difiere la industria actual con la de principios del siglo XX, es la preparación de su directiva. Son profesionales capacitados que marcan pautas a seguir.

Los aspirantes a escritores que desconocen cómo opera la industria, tienden a hablar mal de ella. Hay que usar el sentido común y se evitarán frustraciones.

Comparto la opinión de Ithur; Colmillo Blanco es una extraordinaria novela.

Un abrazo,

Daniel DC

Martikka dijo...

¡Wow, qué entrada!!! Me acabo de apuntar el título para conseguirlo a la mayor brevedad. Es curiosa la vigencia del tema aún con los años que nos separan. ¿Somos seres malditos los escritores? Gracias por tan estupenda reseña y la recomendación.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Después de esta entrada, añado este libro a mi lista de pendientes. Es un comentario precioso, le has hecho todo un homenaje.

No conocía a Jack London, pero oye, nunca es tarde. Y con frases como esta:

Llegaron a triunfar…, triunfando. Haciendo tales maravillas, tan gloriosas creaciones, que quemaban con su fuego y reducían a cenizas todo lo que se oponía a su triunfo. Y eso es lo que yo quiero hacer: triunfar.

Me ha conquistado.

Abrazos,

naTTs

pd: Por cierto, me ha llamado la atención eso de que subrayes y escribas en los libros. Me encanta hacer lo mismo, aunque como saco muchísimos de la biblioteca y no lo permiten, solo lo hago con los míos. ¡Esos libros tienen valor añadido! Me parece divertido y a la vez solemne "mancillarlos con garabatos" como dirían algunos.

(uupss!!! menos mal que había guardado el comentario, porque se me fue!!!)

Sergio G.Ros dijo...

Muchas gracias Blanca por tus palabras. En verdad, Martín Eden es un libro hermoso, de superación. Poco más puedo añadir. Solo que es cierto, estoy ahora mismo en un estado melancólico, esperando contestación de editoriales y agencias y, tal vez por ese motivo, Martín Eden ha hendido mi alma. En fin, espero que algún día se invierta mi suerte literaria.
Un abrazo y muchas gracias por pasarte, amiga.

Sergio G.Ros dijo...

Gracias Oriafontan tanto por pasarte -y comentar- como por la recomendación. Tienes buen gusto, eso está claro. Al igual que tú, creo que la frase "el sueño de ser escritor" define muchas cosas, y también pienso que puede extrapolarse a otros tantos compañeros y compañeras que ansían ese sueño. En mi caso, ahora mismo, como le dije a Blanca estoy en una especie de sopor, de estado melancólico ante tanto rechazo. Por eso, Martín y su fuerza han sido un buen ejemplo, un faro en medio de la noche.
Te agradezco tus palabras hacia la reseña y también tus buenos sentimientos hacia este blog.
Un abrazo.
Y el reto del arte es todo un dilema, es cierto.

Sergio G.Ros dijo...

Ithur, ¡pero es que tú eres precoz en todo! No conozco a nadie tan joven que haya escrito tanto, ojalá tu carrera literaria despegue firmemente y surque el cielo literario, amigo.
Pues mira, yo no había leído nada de Jack London, aunque por supuesto sí había visto un montón de versiones de Colmillo blanco, que, como sabes, se ha adptado en telefilmes, series, dibujos animados y películas.
Un abrazo, amigo, gracias por tus palabras. ¿Te queda poco para que aparezca la novela, no? Dame un toque, que habrá que poner la portada en la banda derecha del blog, ocupando un sitio de honor.

Sergio G.Ros dijo...

Pues Gracias a tí, Daniel, por tu buena intención y los consejos que nos brindas desde tu blog, aunque como has podido comprobar existen pequeñas diferencias entre el formato que piden en USA y España, o eso he creído entender. No obstante tu entrada es insuperable. Y, volviendo al tema, anotaré lo de "Colmillo Blanco" (tanto por tu recomendación como por la de Ithur).
Si me lo permites, comparto a medias tu opinión de los noveles hacia el sector editorial. Entiendo lo que dices cuando te refieres a que "al no conocer el sector" pues se crean frustaciones. Pero pienso que hay muchos buenos manuscritos que se han perdido en el anonimato, como bolsas lastradas en el fondo del mar, incluso cumpliendo temas de formato, porque, simplemente, no se les ha dado una oportunidad.
Como siempre, gracias por comentar, amigo.
Un abrazo.

Sergio G.Ros dijo...

Hola Martikka, gracias a tí por pasarte. Me alegro de que te haya gustado la reseña: seguro que lo hará más el libro.
Pues sí es curioso que sigan vigentes los problemas para publicar, teniendo en cuenta que en la época del libro había otros handicaps, como por ejemplo, que no existían las fotocopiadoras ni los emails, ja,ja.. Supongo que algo de malditos tenemos los escritores, aunque puntualicemos: hay algunos más malditos que otros.
Un besote, guapa.

Sergio G.Ros dijo...

Ja,ja.. naTTS, pues subrayo y anoto en la contraportada, normalmente a lápiz o sobre un post-it que pego en ella y escribo entonces a boli o lo que pille. Aunque en el libro siempre a lápiz.... aunque solo con los míos, ¡claro! ¡Qué casualidad que compartamos eso! ¡El mundo es un pañuelo!
Gracias por tus palabras, me animan mucho estando ahora un poco chof, esa reseña está hecha con el corazón.
Un abrazo, amiga.

Unknown dijo...

Es un placer ayudarlos Sergio. Yo sufrí las mismas experiencias que ustedes hace más de una década.

Tengo el privilegio de trabajar en una editorial. Al estar “del otro lado” comprendo por qué la industria aplica las normas. El grueso de los manuscritos suministrados son mediocres; cometen los mismos errores. Por eso mi intención es ayudar a los noveles a que elaboren trabajos de calidad para que no pasen desapercibidos.

Por supuesto que hay pequeñas diferencias en la presentación del formato entre países, pero las importantes, se aplican en todos por igual.

El próximo jueves daré la clave maestra. Hay que obedecerla si quieren ser tomados en cuenta.

Un cordial abrazo,

Daniel DC

Unknown dijo...

Te doy un dato que manejamos en la industria: aunque los manuscritos estén presentables, el 99% del rechazo, se debe a fallas en los diálogos.

Tómalo en cuenta cuando revises el tuyo.

Feliz fin de semana.

Daniel DC

Silvia dijo...

Hola, Deusvolt. Sin duda, recomiendas un libro muy interesante. Me choca que en tiempos pasados fuese también tan difícil publicar. Y la forma en que describes el libro, muy atrayente, como todo lo que escribes. Un saludo!

Ithur dijo...

Pues fíjate Deusvolt el aprecio que tengo a Jack London, que por su culpa empecé a escribir siendo pequeño, porque tras leer "Colmillo Blanco" y "La llamada de la selva" yo quería hacer algo también. ¡Una libreta llené con una historia sobre un lobo!, pero como entonces me hice socio de la biblioteca deje de escribir para leer XD. Hay muchas versiones de "Colmillo Blanco", pero a mí lo que me enganchó fue el libro, que lo he leído montones de veces.

Precisamente hoy me han mandado un mensaje diciéndome que mi novela está en maquetación. ¡Estoy nervioso!

Ya avisaré cuando salga, aunque advierto que incluye palabras malsonantes, escenas para adultos y muchas patadas XD.

Un saludo, y gracias por tus deseos, sobre todo ahora que estoy tan ansioso.

Sergio G.Ros dijo...

Muchas gracias de nuevo Daniel (¿te he dado ya las gracias?, ja,ja..). Me gustaría charlar largo y tendido contigo. Lo que me ha chocado es que a las editoriales les lleguen miles de manuscritos no solicitados, me refieron en Estados Unidos, yo pensaba que allá, había cientos de agencias literarias que eran las actuaban como filtros. Lo digo porque en España no hay muchas en comparación.
Precisamente en el blog de naTTs se dan unos consejos utilísimos para el tema de los diálogos, así que lo recomiendo también, es un buen blog.
Si te confieso, hasta ahora, Daniel, no muchos editores y agentes me han respondido (aunque sea por email) en persona. En los casos que sí lo han hecho han alabado las cualidades de algunos de mis manuscritos, pero no terminan de decidise a apostar por mí. Tiene que ver, a veces, con la temática impuesta por el sector, que supongo será de lo que vas a tratar en tu próxima entrada.
Un abrazo fuerte desde el otro lado del oceáno. ¡Qué de milagros permite el ciber-espacio! ¿Verdad?

Sergio G.Ros dijo...

Gracias Silvia por tu comentario, de verdad. ¿Es curioso verdad lo de que fuera tan difícil publicar? Ja,ja.. yo también tenía otro concepto de esa época, por eso me chocó, también, encontrarme situaciones parecidas. Ahora bien, ¿no será ese el método de la novela de London? Es decir: ¿su vigencia con el paso del tiempo, y el hacer que te emociones?
Muchas gracias por pasarte, guapetona.

Sergio G.Ros dijo...

Nada, nada, Ithur, "Colmillo blanco" está anotado para ser comprado cuando mi exigua economía se recupera,ja,ja... Eso sí tengo que dejar espacio para el tuyo: ¿Palabras soeces? ¿Patadas? Ja,ja.. amigo, te aseguro que si es por patadas, te sería imposible superar las que aparecen en mi segundo manuscrito (es de acción). ¿Maquetación? Jolines ¡si hasta yo me he puesto nervioso! Pues ánimo que estás en la recta de salida de los fórmula uno y el árbitro de pista está agitando la banderola cuadriculada: pisa a fondo, colega.
P.D. ¿Escenas para adultos? Uy, si yo te contara...
Un abrazo muy fuerte y verás como todo sale bien.

Anónimo dijo...

Daniel, cada vez entiendo más el motivo por el que insistes en que aprendamos el funcionamiento del mundo editorial. Lo que ocurre es que salvo excepciones como tu blog, veo muy poca transparencia. Vamos, que falta información. El editor simplemente parece un Dios capaz de llevar a cabo nuestro sueño. ¿Requisitos, reglas, protocolos no escritos? Pero si lo único que quiere el autor novel es publicar. Ahí llegan los problemas: errores de principiante, torpezas, impaciencia. Y todo por no saber: no saber qué hacer, no saber esperar, no saber cómo tomarse un rechazo.

Te creo cuando dices que llegan muchos manuscritos mediocres, y también creo, como Deusvolt, que otros tanto de valor incalculable se quedan por el camino. Ahora imagino que la famosa crisis tiene un papel determinante en las decisiones. Arriesgarse por un anónimo parece suicida habiendo como hay grandes genios de la litura dispuestos a llenarnos las estanterías.

Todavía no he tenido la mala suerte de recibir un rechazo, pero tampoco la dicha del sí. Solo un sí a medias poco después de hacerle un diagnóstico calamitoso a la que creía la obra revelación del año: la mía. Y por orgullo rechacé la propuesta, que era de coedición, por cierto, y de esto hablaré en mi próxima entrada. Vamos, que dos meses antes habría sido tan estúpida como para aceptar, y como ya ha comentado Esther por aquí, arrepentirme al tiempo de haber sacado a la luz una novela en ciernes.

Pero no lo hice, porque gracias a todo lo que he aprendido leyendo los blogs de muchos de vosotros, he comprendido que conocer el mundo editorial realmente es de gran ayuda. Por eso valoro muchísimo la información que compartimos, y también las inquietudes.

Gracias por recomendar una vez más mi blog, Deusvolt, y de paso hago lo mismo, porque en sitios como este es donde se borra la ignorancia que tanto daño hace al novel.

Abrazos,

naTTs

Sergio G.Ros dijo...

Hola, naTTs R: hiciste bien en no coeditar. Yo tengo tantas ganas de publicar como el primero, pero no pienso pagar por ello, ni que me estafen.
Te doy la razón: la información de Daniel es muy valiosa y la conclusión que podemos sacar es que "la forma" es determinante para pasar el primer filtro o barrera de los lectores profesionales. Pero creo que resulta todo un poco absurdo. Precisamente por lo que tú dices, naTTs: ¿Por qué si tanto les molesta a los editores el tema de la forma no lo dejan claro? La respuesta es tan obvia como desalentadora: se inventarían otras reglas para poder hacer de nuevo la criba. No pueden -por falta de recursos y es algo entendible a nivel humano- poder hacer frente al alubión de manuscritos que les llegan.
Personalmente he aprendido mucho en los foros y en los blogs acerca de cómo funciona el mundo editorial. Lo que nos muestra Daniel del mercado norteamericano es muy útil porque nos da una idea precisa de en qué cosas se fijan los lectores antes siquiera de leer una sola página de nuestro manuscrito. También añade otra segunda oleada de reglas acerca del contenido (uso de adverbios, sintaxis, tono, foco, estilo....)
naTTs gracias por recomendar este modesto blog. Leeré con gusto tu nueva entrada, que seguro será como las anteriores: excelente.
Un beso.

Unknown dijo...

Es un placer asistirlos Sergio. Me alegro que te beneficies de la información; te ayudará a progresar.

Aunque las agencias en Estados Unidos sirvan de filtro; siempre llegan miles de manuscritos no solicitados.

Eso se debe al desconocimiento que tienen los principiantes sobre la industria. El próximo jueves trataré el tema en la última entrega de crónica editorial.

Le di un consejo a Natalia sobre la importancia de los diálogos; lo repito aquí: los diálogos son el barómetro en la destreza de un escritor. Dominar la técnica es indispensable.

Pasa por el Blog cuando gustes; respondí a tus dudas sobre informes de lectura y flashbacks.

Un cordial abrazo y feliz fin de semana,

Daniel DC

Sergio G.Ros dijo...

Sí, lo vi Daniel y ya te respondí también, ja,ja.. Veo que nos mantenmos en contacto: me alegro.
Estoy seguro de que el siguiente plato también será rico.
Anotaré lo de los diálogos para tenerlo más en cuenta aún.
Un abrazo y buen fin de semana.

oriafontan dijo...

Vaya yo no soy editor ni nada parecido y desgraciadamente no cuento con poder alguno.

Daniel recalca la importancia del diálogo - háganle caso- pero yo que soy un humilde lector que es lo que al fin y al cabo mantiene todo, sólo pido una cosa.

Emoción.

Los diálogos podrán ser mejorables, la narrativa también pero si me emociona que quieren que les diga... me lo compraré.

En el mundo XXI dominado por una estética vacía, por correctores ortográficos, por potentes programas de imágenes; cada día es más raro y tiene más valor la emoción. (para mí)

Denme una novela plagada de fallos si me emociona no los veré menos pedandería y más corazón.

Escritor: antes de buscar hacer buenos diálogos ni nada preguntate si lo que escribes emociona; ese es mi leiv motiv porque el resto vendrá solo.

oriafontan dijo...

Una idea metáforica que resumen mi idea anterior (ciertamente me repito como el ajo, perdón).

No conozco ningún dibujante que sepa hacer un buen dibujo a lapiz y luego no sepa entintar o colorear con igual pericia.

Por tanto dudo que un escritor que emociona no sepa hacer el resto que es propio de artesanos pero no de artistas.

Sergio G.Ros dijo...

Tienes razón Oriafontan: emocionar es clave para llegar al lector.
Lo que ocurre es que estamos en un callejón sin salida, en un pez que se muerde la cola, si me permites las frases hechas.
Para un escritor novel es imposible poder emocionar a un lector si antes no le publican, y, para que le publiquen hay que seguir ciertas normas, ciertas pautas que son de las que estamos hablando.
Sí, es una lata ,pero es lo que hay. ¿Sabes? La primera vez que acabé un manuscrito pensé "ya está, he hecho la parte más dura del trabajo: escribir". Pues resulta que en estos tiempos, escribir es lo que menos vale. Escribir, emocionar, contar una buena historia no sirven para nada si no pasas cribas, filtros y demás barreras, o, si por algún capricho del destino o del azar tienes suerte de llegar a alguien que apueste por tí.
Por tanto estoy contigo, Oriafontan en lo de la emoción, pero no sin las formas.

Ahora bien, quiero matizar mis palabras: yo hablo de formatos refiriéndome al doble espacio, letra determinada, una sola cara, etc.. La "forma" como parte integrada de una obra literaria sí la considero importante y va unida a la propia historia. Para mí como lector es importante no encontrar trabas a la ahora de leer, no encontrar chirridos, ni abundantes faltas de ortografía ni comas que no esté en su sitio. Porque una coma mal puesta puede romper un momento "emocionante", puede destruir un sentimiento y hacerlo trizas. En una obra literaria, en mi opinión, ambas cosas deben ir de la mano. Forma y contenido. Unidas por una argamasa de sentimientos y buen hacer que emocionen al lector. El ritmo, el tono, la sencillez, la claridad... son necesarias, y, tanto como lo que se cuenta. De nada sirve una historia emocionante mal contada.
Esa es mi humilde opinión, amigo.
Un abrazo.

Maribel Romero dijo...

Pues me ha pasado como a Blanca, ¡me han entrado unas ganas de buscar ese libro! Vamos, que si no fueran las dos de la madrugada me iba ya a por él. Has transmitido además el mensaje de manera tan nítida que Martín eres tú. Martín somos todos.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Oriafontan y Sergio dieron en el blanco.

Voy a comentarles algo que será de utilidad. Las editoriales buscan la excelencia en un manuscrito—una historia cargada de emociones, ejecutada magistralmente—; lamentablemente cerca del 98% de las obras suministradas, son mediocres. Para solventar el problema se implementó el formato.

Hay buenas obras que regidas por el formato, pasarán al olvido; ¿por qué? Los escritores no se toman la molestia de averiguar la política interna de la industria.

Los voy a ayudar a comprender esto; así tomarán la decisión correcta con su manuscrito.

Visiten el Blog el día jueves 08 de octubre.

Un cordial abrazo a todos,

Daniel DC

Unknown dijo...

Por cierto Sergio, para tu bienestar como escritor, te recomiendo que abras cuenta en facebook; es el portal más grande de relaciones públicas en la Web—cerca de 96 millones de visitas cada mes.

Un abrazo,

Daniel DC

Alejandro Castroguer dijo...

Este es un libro que aguarda en la parrilla de salida, lleva meses en mi lista de pendientes. Pero caerá, deusvolt, caerá. Y es que a mí me encnata Jack London, al que considero un gran escritor... al que se le queda pequeña la etiqueta de escritor juvenil.

Saludos desde la Discovery.

Sergio G.Ros dijo...

Ja,ja... muchas gracias Maribel. Oye, ¿hay por España alguna librería que abra de madrugada? Lo pregunto porque a mí, a veces, ¡¡también me han entrado unas ganas urgentes de buscar un libro!! Me alegro de que te haya gustado la reseña. Creo que London consigue que nos veamos reflejados en ese personaje que ama la belleza.
Un abrazo.

Sergio G.Ros dijo...

Gracias, Daniel, he seguido tu consejo y me he dado de alta en Facebook con mi verdadero nombre, claro. Ahora podremos comunicarnos de manera más ágil. Yo siempre llego un poco tarde a esto de las tecnologías pero hay que ir acostumbrándose.
Tomo nota de tus consejos, leeré con gusto tu siguiente entrada el jueves que viene, ya lo sabes.
Muchas gracias.

Sergio G.Ros dijo...

Ja,ja... Alejandro, cómo me has recordado que yo también tengo una buena parrilla de salida, desde luego. La balda con los pendientes está combada por el peso. Ahora mismo leo "Trilogía de Argel" de Yasmina Khadra, un libro de género negro que me está encantando por su lenguaje e ingenio. De lo mejor que he leído en los últimos tiempos.
¡Vaya suerte tengo con los libros!
Respecto a lo que comentas de la etiqueta para London pues es una pena, pero lo bueno, creo yo, es la grata sorpresa que te llevas cuando lees Martín Eden.
¡Saludos a la Discovery!

Lola Mariné dijo...

Pues ya me tienes buscando ese libro como una loca.

Sergio G.Ros dijo...

Hola, Lola. Pues nada otra más, ja,ja.. Bueno, ya sabes que yo casi siempre compro en edición de bolsillo (que es la que se ve en la imagen de la entrada). Por menos de diez euros tienes una pedazo de obra.
Un beso, guapa y gracias por pasarte.

Cristina Puig dijo...

Hola Deusvolt,

Curiosa tu entrada la de tu blog. Hace unas dos semanas descubrí el libro en casa de mi tio, su novia que es alemana lo tenía (escrito en alemán)y al ver que era de Jack London me llamó la atención y le pregunté por la trama, desde entonces lo busco como una loca en español pero es difícil encontrarlo, y tengo muchísimas ganas de leerlo. Por lo que me han dicho es una gran obra y una historia de superación, espero poder encontrarlo.

Un saludo, me ha gustado mucho tu explicación sobre el mismo y el enfoque que le has dado a presentarlo. Gracias por compartirlo con nosotros.

Sergio G.Ros dijo...

Hola Cristina, encantado de que te pases por aquí. ¿En alemán? Vaya, pues sí que fue una casualidad. Pues mira, a mí no me costó nada conseguir el libro, cuando me lo recomendó Oriafontan, fui a una librería grande de mi ciudad busqué en las estanterías de edición de bolsillo, que van por orden alfabético y allí estaba junto con Colmillo blanco. La editorial es Akal y el precio no llega a diez euros.
Y vale la pena.
Oye, gracias a tí por tus amables palabras. Un beso, Cristina.

Warkos dijo...

creo que esta ha sido una de tus mejores entradas, Deusvolt, hace un par de semanas recuerdo una muy completa, pero esta para mí entraña más dificultad al ser el comentario de un libro. Coincido con otros compañeros en que me lo compraré casi por obligación, según lo que has comentado.

respecto a lo que comentaba alguien que los autores estamos faltos de información sobre lo que realmente quieren las editoriales, creo que es el pez que se muerde la cola, ya que son ellas mismas las que salen beneficiadas con esta falta de información ya que si reciben miles de manuscritos de los que solo publicarán una veintena por editorial, en algo se tienen que escudar para rechazar, y si todos cumpliéramos los mínimos al pie de la letra, tendrían que sacar otros mínimos diferentes para que los que no los cumplieran fueran rechazados.

para mí el problema no es que desconozcamos los mínimos (que también es un problema) es que el tanto por cierto de publciados respecto a recibidos es bajísimo.

Sergio G.Ros dijo...

Warkos, estoy contigo, esta entrada está escrita con el corazón. Ya he explicado que el libro ha tocado mi fibra sensible (¿será por los múltiples rechazos?).
Lo que dices tiene mucho sentido: si todos los escritores noveles mandaran sus obras cumpliendo estrictamente los formatos entonces saturarían a las agencias y editoriales.
En fin, el mundo está montado de esta manera, y algo bueno tendrá cuando gente como tú o como Ithur habéis conseguido publicar. En cierta forma, demuestra que, a su modo, sí que funciona. Que yo no haya publicado no quiere decir nada, mucha gente buena como vosotros sí lo habéis hecho. Seguiré esperando mi turno para subir al helicóptero. El momento más crítico según Quint en "Tiburón" es justo cuando vas a salir del mar.
Bueno, se me va la cabeza. Será porque ha sido un lunes duro de trabajo, je,je..
De todas formas, estoy contigo en que el nivel de noveles publicado es bajísimo respecto al total.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Hola Warkos,

El problema es el siguiente: como editoriales, no tenemos el tiempo para responder la falta de información que tienen los noveles. Son cientos de obras que nos suministran cada mes; el 98% son rechazadas. Para evitar el exceso de trabajo, se implementó el formato.

Deben usar la empatía: a nadie le gustaría leer por asignación 6000 obras anuales y presentar informes individuales a la junta directiva. Uno perdería el sentimiento y se convertiría en verdugo de los manuscritos. Para evitar el problema, estoy ayudándolos a comprender el mecanismo interno de la industria; así lograrán trabajos de calidad.

Te sorprenderá saber los datos de manuscritos suministrados no solicitados:

98% tienen fallas.

1.5% respetan las normas del contenido.

0.5% se aprueba para publicación.

Un cordial saludo,

Daniel DC

Sergio G.Ros dijo...

Daniel, está claro que comprender cómo funciona es bueno. Ahora, las cifras son mortales. Jope, vaya si lo son.
Un saludo.

Unknown dijo...

Eso no es nada Sergio; de los 360,000 títulos que se publican anualmente, unos 320 logran posicionarse en la lista de los más vendidos.

Por eso recomendamos a los escritores que no abandonen su trabajo actual. Si la novela es un éxito comercial, ya podrán cambiar su estatus.

Un abrazo,

Daniel DC

Ithur dijo...

Deusvolt, que yo aún no he editado, aunque esté en ello XD.
Y si te sientes identificado... no olvides lo grande que es Jack London, así que aunque te cueste, seguro que editas y con mucho acierto.
Es cierto que rechazan a muchos, pero bueno, sigue siendo un negocio y es lógico que quieran ir sobre seguro.
Saludos.

Sergio G.Ros dijo...

...Umm... qué bueno sería estar entre esos 320, Daniel, ja,ja...Oye ¡ya puestos a soñar, soñemos!!, un abrazo.

Sergio G.Ros dijo...

Es cierto Ithur, pero ya queda poco, ya queda poco XD.
Y claro, no podemos olvidarlo, las editoriales quieren y necesitan ir sobre seguro puesto que "mueven dinero".
Gracias por tus buenos deseos.
Un abrazo.

Armando Rodera dijo...

Sinceramente, Deusvolt, una entrada espectacular. Has reflejado perfectamente la esencia del libro y estoy con los compañeros en que dan unas ganas locas de buscarlo para empezar a leerlo inmediatamente.

Lo de la soledad del escritor creo que es cierto, pero aunque a veces nos recluimos, necesitamos también el contacto humano para seguir creciendo personal y profesionalmente. Y compartir experiencias con todos vosotros en este mundo virtual ayuda, no creas que no.

Ah, gracias de nuevo por pasarte por mi blog. Si te parece bien, pondré tu bitácora entre los enlaces imprescindibles de mi blog.

Gracias por tan buena entrada. Un saludo.

Sergio G.Ros dijo...

Muchas gracias, Armando. Ahora solo espero que no acabéis con las ediciones en las librerías... Porque si es así le pediré comisión a Akal, ja,ja...
Tu reflexión acerca de la soledad del escritor me parece acertada. Se necesita por una lado de la soledad donde se "da a luz" a la creación, pero para "gestarla" es necesario el contacto con gente y experiencias humanas.
Oye, lo de enlazar este blog al tuyo me parece genial porque me encanta tu blog aunque no suelo comentar mucho (así que puedes tirarme de una oreja, pero ponte a la cola, ja,ja..).
Un abrazo, Armando, y muchas gracias por pasarte.

Warkos dijo...

Hola Daniel,

es lo que dice Deusvolt, las cifras dan miedo, y no te discuto que la mayoría de los manuscritos no deben cumplir los mínimos requeridos, pero aún así yo creo que el gran problema es que hay una desproporción terrible entre recibidos y publicados.

y lo de los 320 que alcanzan la gloria de las listas de ventas yo creo que es más cuestión de marketing que de excelencia, todos hemos escuchado a editores que prefieren vender 1 millón de libros de un solo título que 1 libro de un millón de títulos distintos. menos quebraderos de cabeza, y sobre todo menos gastos, para vender la misma cantidad de libros.

Mián Ros dijo...

No sabes lo que me ha gustado esta entrada, Deusvolt. Mañana mismo paso a ver si la tarambana de mi suerte está de cara o de... y encuentro, Martín Eden, para consumirlo de treinta tragos placenteros, al vado de mi diosa almohada.

Creo que volveré por tu blog.

Un abrazo fuerte.

Sergio G.Ros dijo...

Hola Warkos, ¡qué quieres que te diga! ¡A mí ya me han rechazado un buen puñado de veces! Tengo una carpeta en mi hotmail que reza: rechazados,ja,ja.. bueno y las cartas de rechazo impresas que guardo cual tesoro hemingwayano,ja,ja.. ¡vaya palabreja! ¿no?
En fin, sigo pensando que la desproporción es abrumadora. Pero hay que esperar y tener paciencia. Cada persona tiene su momento o eso dicen.
Un abrazo y suerte con el libro.

Sergio G.Ros dijo...

¡Hola, MiánRos! Pues no sabes cómo me gusta que te haya gustado la entrada. Pues es curioso lo de encontrar el libro. A mí me lo recomendó Oriafontan, fui a una librería y lo compré. Por lo visto, tuve suerte. ¡La leche! ¡Qué curioso eso de la suerte! ¡Cuando la tienes no te enteras de que las has tenido y te pasas media vida quejándote que nunca la tienes!
Oye, he visto que tienes un blog. Lo enlazo al mío y me paso por ahí. Esto es lo bonito de los blogs, son como clubes de jazz o cafeterías. Entra gente, te saluda y comentas cosas.
MiánRos (mi segundo apellido es Ros) gracias por entrar a este modesto blog. Me alegra mucho conocerte, muchas gracias.

Mián Ros dijo...

Es cierto esto de los blog; pasas, lees; si te parece bien dejas tu sello, saludas, a veces no, y luego como alma invisible como nadie te ve, te vas. El tuyo tiene un ambiente bastante distendido, la verdad que me ha gustado.
Encantado de que pases por mi ermitaño y vagabundo blog.

Sergio G.Ros dijo...

¿Ermitaño? Oye, pues acabo de estar allí y lo he visto bastante apañado. Quizá con un florero en la entrada, una jarapa sobre el sofá y las botellas de ron y whisky a la vista pues ¡voila!
Ja,ja.. pero te doy la razón: la radiografía que has hecho de las visitas a los blogs es bastante acertada.
Gracias por tus palabras, compañero MiánRos.

Unknown dijo...

Hola Warkos,

Como autor, estoy de acuerdo en lo que dices.

Ahora, como miembro de una editorial estadounidense, debo emplear una analogía para que se entienda la desproporción.

Si alguna vez has seguido el programa de televisión American Idol, te habrás dado cuenta que en la etapa de audiciones, son más de 120,000 personas las que participan en busca de la entrada dorada a Hollywood.

El sueño de cada uno es convertirse en el American Idol de la temporada; lamentablemente, 24 personas son elegidas a la semifinal.

Si llevamos esos datos a escala, hablamos de un 0.02%

¿Son ellos mejores que el resto?

¿Los 24 semifinalistas pierden la excelencia por el simple hecho de estar en la plataforma de mayor sintonía mundial?

Hay que estar claro en dos cosas:

1.-No todos los que audicionan cada año, nacieron para cantar aunque crean tener aptitudes.

2.- Los que sí tienen aptitudes pero no son elegidos en el grupo de los 24 semifinalistas, tienen dos opciones:

a.- Se preparan mejor y audicionan el próximo año a ver si clasifican (unos sí lo logran, otros no).

b.- Aprovechan la oportunidad y desarrollan sus carreras en otras áreas de la industria, satisfechos con la experiencia vivida.


Un cordial abrazo a todos y éxito en sus proyectos,

Daniel DC

Rafael Ayerbe dijo...

Vaya! 55 comentarios... Se me escapan más allá de la pantalla del ordenador Deusvolt!
Vas a tener que hacer algo! jaja
Por lo que comentas, un libro interesante.
Saludos!

Sergio G.Ros dijo...

Gracias Rayerbe, ja,ja.. un abrazo, y sí, un libro muy recomendable para alguien que aspira a ser escritor. Como tú y yo, je,je..
Un abrazo.

Unknown dijo...

wowww.. llego tarde?.. que más decir?.. mejor solo te felicito al igual que a Oriafontan, han hecho una buena mancuerna, los leo aqui y en locus.. un abrazo a los dos..

Sergio G.Ros dijo...

Je,je... Hola, Klaus, gracias por pasarte. Locus Literario es un foro muy bueno, y tiene su "puntito" que lo hace diferente al resto.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lo mejor es el final.
todo lo demás es como diría Sartre
“La historia de una vida, cualquiera que sea, es la historia, de un fracasó.

Sergio G.Ros dijo...

Hola, Anónimo, ¿tú crees? Bueno, desde luego es una frase tan contundente como pesimista. PEro el final del libro, para mí, es un presagio de la otra cara que tiene el arte, el embrujo de la belleza, el hastío que puede producir lo vulgar, o lo que creemos vulgar, ¿no?
Bueno, en todo caso, Feliz Año Nuevo! ¡Muchos ánimos!

Luis Aguilar dijo...

Aún cuando tenía entre 14 y 16 años pude ver por la televisión la película, me impacto bastante y ver como el amor y sólo el amor puede cambiar radicalmente a las personas en este caso a Martin Eden, que de humilde e ignorante marinero se convierte en un reconocido y polémico escritor.

En esta oportunidad estaba viendo la forma de conseguir la película y verla nuevamente después de nos 40 años y resulta que me doy con la sorpresa que es una obra literaria, lo cual me ha emocionado y de hecho está ya en mi mente conseguir el libro para una lectura obligada.

José dijo...

Me gustó muchísimo tu comentario sobre Martin Eden. A mí personalmente me marcó y me "noqueó" en su momento. Recuerdo estar leyendo muy metido e insultando a Martin por cómo actuaba y a la vez, luego de una breve reflexión, sentirme muy identificado con él (y con sus actitudes)

Estaba a punto de pasarle tu blog a un amigo al cual le he recomendado el libro.. pero prefiero que lo lea primero. Gracias por tu escrito.. .volví a emocionarme con esa energía hermosa que tiene Martin Eden. (fríamente puedo decir que marcó mis 20... como así también "El lobo Estepario" hizo lo suyo casi 15 años depsués)

Lasevic dijo...

Gran análisis sobre una obra maestra. Quizás mi libro preferido. Vitalista, al fin al cabo que es la vida sin ese ansia, esa lucha, esa busqueda. Nada.
Por cierto alguien sabe algun sitio online donde este esta pelicula?

RuBèN dijo...

64 Comentarios, 4 años en boga... (coincidiendo con los mejores de mi vida, exquisita casualidad...)

Estoy IMPRESIONADO. Tanto que las ideas me apabullan de tal forma que me siento incapaz de enfrentarme a la Anarquía con la que pretenden "estructurarse", por tanto, culto al Dios Silencio...

Dorothy dijo...

Lo he leído hace unas semanas. Bueno, más que leído, devorado. Y sí, a mí también me ha dejado noqueada. Es cierto que es una novela extrema, casi cuesta imaginar que todo lo que explica London que le ocurre a Martin sea real. Pero, al parecer, lo fue y lo sufrió el propio autor. Lo que más me ha gustado ha sido, precisamente, lo que no se cuenta pero que intuimos mediante pinceladas: la vida anterior del protagonista. Acabé la novela con unas ganas locas de leer un libro en el que se detallara la vida de Martin antes de la noche que conoció a Ruth. La imaginamos, casi la vemos, pero, en realidad, la desconocemos.

Saludos

Unknown dijo...

El final de esta edicion esta troncado y es sin ningun interes, una verguenza.