domingo, 14 de noviembre de 2010

Cita en Samarra, de John O´hara

CITA EN SAMARRA
Autor:
O'HARA, JOHN
Editorial: DEBOLSILLO
Año de edición: 2010
Materia Novela
ISBN: 978-84-9908-238-7
Páginas: 312

SINOPSIS
Julian y Caroline son envidiados por todo el mundo en la glamurosa Gibbsville —ciudad ficticia— de los años 30. La música y los dry martinis fluyen generosamente hasta la madrugada en fiestas de etiqueta. El mundo parece un paraíso hasta que Julian decide romper las reglas del decoro tirándole un dry martini en la cara a un prominente nuevo rico. Aquí empieza un largo viaje hacia la autodestrucción.

RESEÑA

Cita en Samarra está ambientada en la Norteamérica de los años treinta, y establece un retrato preciso y terrible de la sociedad media-alta desde una óptica diferente a la que lo hiciera su contemporáneo Scott Fitzgerald en el Gran Gatsby, aunque no tan distinta después de todo: Fitzgerald mostraba el sueño americano encarnado en un hombre construido así mismo a partir de la nada, y O´hara muestra al hombre construido por la sociedad, que se derrumba al descubrir sus pies de barro. El ambiente es parecido: los bailes, las fiestas, el dinero, la frivolidad, el poder… y la ley seca, donde el alcohol es un catalizador del conflicto.

Debo reconocer que la historia me pareció lenta en sus inicios, pero, de alguna manera, me fue atrapando. Creo que eso es, en sí mismo, un grandísimo logro, por todo el tiempo que nos separa, por todas las connotaciones que no tienen sentido hoy día, y sin embargo te hacen “conectar”. En mi opinión, el mayor acierto de O´hara está en sus magníficos diálogos, en la hermosa fluidez de los mismos, comparable quizá a la agilidad de otro contemporáneo como Hemingway, y al realismo quirúrgico con el que están realizados. En Cita en Samarra son los diálogos, precisamente, los conductores de la historia y los que mejor perfilan a los personajes, mucho mejor que la prosa.

En definitiva, una gran novela que asusta si se medita un poco porque nos muestra la delgada línea que separa nuestras vidas del abismo. La importancia de la hipocresía para sostener la sociedad, y la tremenda fuerza que ejercen las reglas de comportamiento, los estereotipos y las cosas que nunca deben decirse a la cara. Romper esas reglas es como abrir la ventana de la habitación en un día de viento mientras construimos un castillo de naipes.

Sergio G.Ros

8 comentarios:

María dijo...

Hola amigo, como siempre genial.

Nosotros seguiremos el camino correcto...¿verdad?

Besos desde Murcia para Marta y los dos Sergios.

Blas Malo Poyatos dijo...

Vivimos en un mundo complejo, con muchas fuerzas en equilibrio, y basta que un platillo de la balanza varíe su peso para desencadenar una acción en cadena.

Me lo apunto, Sergio, un abrazo.

oriafontan dijo...

El miedo debió ser un Jinete del Apocalipsis porque es el Gran Sustentaador de una gran parte de nuestras acciones.

La hipocresía, los convencionalimos, actos horóicos, en fin un millón de disfraces del Miedo.

Y es que ser uno mismo es el verdadero acto heróico que muy pocos consiguen. Ese es el verdadero éxito en la vida no llegar a tal o cual posición, saber tal o cual idioma o tener cierto reconocimiento social.

Parafraseando a San Pablo si no eres tu mismo, no tienes nada.

Vaya rollo pseudofilosófico me ha salido.

José Antonio López Rastoll dijo...

Hola Sergio,

Veo que te gusta hacer reseñas de los libros que has leído y te han interesado. Para mí es como disfrutarlos dos veces.
Tomo nota de la novela, aunque prefiero el cuento.
Los estereotipos están ahí para romperlos, ¿no crees?

Un saludo

Sergio G.Ros dijo...

Gracias, queria María, sí, tratamos de seguir el camino correcto. Un besico pa Murcia, también, ;)

Genial tu comentario, Blas. Has resumido a la perfección la esencia del libro. Un abrazo.

Joer, pues te ha quedado genial, Oriafontan... un comentario sin desperdicio, me ha gustado mucho. Un abrazo.

Hola, José Antonio, pues sí, suelo hacer reseñas, esta misma también ha salido publicada en Llegir, la página literaria con la que colaboro. Hacer reseñas es una forma constructiva de analizar un poco más lo que has leído, oye, y aprendes algo, je,je.. respecto a los estereotipos, bueno, quizá deban ser rotos o quizá no, también es importante saber elegir el momento en el que hacer una cosa u otra, ¿no crees?
Un abrazo.

José Antonio López Rastoll dijo...

A mí me gustaría, Sergio, saltarme las uvas de Nochevieja. Comer, por ejemplo, ganchitos. Pero no me dejan.
Supongo que por eso escribo.

Un abrazo.

Tessa dijo...

Hola!
Hoy, mi blog cumple su primer año. Si lo deseas te puedes llevar a la niña que os abraza a tu blog.

Con mucho cariño,
Tessa

Sergio G.Ros dijo...

Je,je.. muy bueno, José Antonio, pues sí, supongo que esa que dices es una buena razón. Un abrazo.

Tessa, me paso raudo por tu blog!!!